Debo confesar que antes era muy difícil ir a El Centro de la capital, no tenía nada que hacer por allá y si no había un mandado o algo en esa zona, simplemente no me acercaba, solo cuando tocaba ir donde “Tito Aguacate”.
Resulta que ahora por la cercanía de la oficina, el Parque Central queda a unas pocas cuadras, estaba lloviendo y pedí posada a los lustrabotas que están del lado izquierdo de La Catedral.
Muy amables nos quedamos platicando y entre bromas, accedí a que me lustraran los zapatos, 20 bolitas y me los dejaron como nuevos. Los frescos también valen 20. Los que frecuentan esa zona no duden en asistir donde don José, Francisco, Ramón, Manuel Bonilla (es tataranieto del ex presidente de Honduras que lleva el mismo nombre, Manuel Bonilla), son personas que están hace más de 40 años viviendo de limpiar zapatos a todo el que pasa por allí.
Me cuentan que le han limpiado zapatos a presidentes, alcaldes, diputados, ministros y muchas figuras públicas del país. Y luego que movieran las oficinas gubernamentales a otras zonas lejos de El Centro me cuentan los señores que la clientela les ha bajado alrededor de 70 %. Ellos viven únicamente de eso. Están de 6:50 A.M hasta las 6:30 o 7:00 P.M. depende el movimiento de los clientes.
Algo que me sorprendió es que ninguno tiene vicio alguno, no beben y no fuman y creen mucho en Dios. Vale la pena compartir con ellos, tienen muchos temas de conversación y el tiempo será bien aprovechado.
Apoyemos a los lustrabotas, no se van a arrepentir.
