Andrés Cantor a australianos: “No se dejen asustar por lo que leen de Honduras”

El periodista deportivo argentino, Andrés Cantor, de la cadena internacional Telemundo, escribió una carta abierta para los australianos, dando referencia de Honduras y su gente.

Después de leerla unas tres veces, me convence que don Andrés nos tiene mucho cariño y la imagen que tiene de Honduras es mucho mejor que muchos hondureños que habitan en este país.

Sin más:

CARTA ABIERTA: Estimados australianos. Los conocí bastante durante los JJOO de Sídney hace 17 años. Tienen un país fascinante y de veras que me encantó su gente, su cultura, sus costumbres.

No se dejen llevar ni asustar por todo lo que leen y escuchan acerca de Honduras. Muchos hablan sin haber estado nunca ni cerca de ese noble país centroamericano, hablan “googleando” referencias, sin saber de veras como es.

Yo les cuento. Se van a encontrar con un país distinto al de ustedes; más pobre, pero rico en su alma y espíritu. Un país con gente digna, trabajadora, esforzada como ninguna que busca salir adelante y que alimenta la esperanza de una vida mejor.

No le tengan miedo a los rótulos. San Pedro podrá ser una de las ciudades más violentas del mundo, pero si la es, es por estadísticas de un sector violento de la sociedad y no por sus ciudadanos comunes. Nada les va a pasar. O sí. Van a encontrar un pueblo enfervorizado por el fútbol, apasionado, cuyo folklore para vivir un partido los va a sorprender.

Que harán del juego una fiesta y de su estadía en esas tierras un carnaval. A su manera. Como mientras estén en suelo catracho vivirán en una burbuja, custodiados hasta los dientes -tal vez exageradamente- no podrán conocer su hermosa gente, su bella cultura, sus lindos lugares, sus costumbres, y cuando les hablen de baleadas, sepan que “google” jamás podrá traducir correctamente, la exquisitez del plato típico.

Se lo pierden. Van a estar en un país que pese a todo lo que le ha pasado, está de pie, queriendo salir adelante, con gente que trabaja el doble que ustedes para ganar acaso un cuarto del salario de ustedes, pero que a la noche se sienta en familia, en paz y con fe, en Dios, en ellos, en la familia.

Muchas veces con dolor, con cansancio y con rabia, pero siempre con orgullo de lo que son. Y eso no tiene precio. Con eso se van a encontrar. No tengan miedo.”

¡Gracias don Andrés!