Marina Abramovic es una artista del performance que hizo un experimento social para determinar las conductas humanas quedando inmovil por seis horas, teniendo de frente a una multitud de personas.
El experimento se salió de control. Un hombre incluso utilizó la rasuradora para hacerle un corte en el cuello.
La premisa de la instalación era simple: ella estaría parada, completamente quieta, durante seis horas. Quienes fuesen a verla, podrían hacer lo que quisieran con ella utilizando uno de los 72 objetos ubicados sobre una mesa.
Algo que me deja asombrado son las diferentes etapas por las que pasó este experimento, en un principio todas eran tímidos, la tocaron sin causar daño alguno, la amarraron, la cambiaron de posición y la dejaron como estatua.
Sin embargo a medida transcurría el tiempo, los demonios internos y los gustos más grotescos y malvados de los humanos salieron a flote.
Fue cuando unos tipos empezaron a utilizar cuchillos, rasuradoras, o incluso una pistola cargada. La amarraron, la sentaban en posiciones extrañas para humillarla. Los humanos en su máxima expresión, dejando la bajeza al descubierto y lo perversos que pueden ser frente a una persona indefensa e inmóvil.
El crítico de arte y autor, Thomas McEvilley, quien observó la performance, dijo que “comenzó modesto. Alguien la hizo darse vuelta contra la pared. Alguien más le levantó los brazos. Alguien la tocó un poco más de lo normal”.
“Durante la tercera hora, toda su ropa había sido cortada con cuchillos. En la cuarta hora, esos mismos objetos filosos comenzaron a explorar su piel. Varias violaciones sexuales menores se llevaron a cabo. Estaba tan comprometida con su performance, que no se habría resistido a ser violada o asesinada”.
Me parece terrible el comportamiento de las personas, esto es sólo una obra, donde todos estaban viendo en vivo lo que sucedía con la actriz Abramovic y nadie hacía nada, al contrario, tomaban más valor para hacer peor la situación en la que se encontraba la artista. Y justamente así es como se propaga la violencia, la corrupción y todos los delitos que existen en el país, al ver que nadie pone orden y que se puede actuar de la manera que sea, donde nadie dirá nada o mucho menos saldrá en defensa del oprimido, afectado; la situación no cambiará jamás.
La misma Abramovic recuerda cómo fue ese momento: “Me sentí violada, cortaron mi ropa, me pincharon con espinas de rosas en mi estómago, me apuntaron con una pistola.” Contó la actriz.
Para rematar, al finalizar las seis horas del performance, los presentes estaban aun en el local. Cuando la actriz empezó a moverse, ninguno de los que había interactuado con Abramovic se atrevió a mirarla a los ojos. Algo indignante, dejando en vista el horror que puede causar el humano en tan solo instantes.
“Este trabajo revela algo terrible de la humanidad. Demuestra qué tan rápido una persona puede dañarte dadas las circunstancias favorables. Muestra lo fácil que es deshumanizar a una persona que no pelea devuelta, que no se defiende. Muestra que dada la oportunidad, la mayoría de las personas ‘normales’, pueden ser realmente violentas”.
Ninguno de los presentes se atrevió a hablar o discutir con la actriz, simplemente caminan como zombis porque no querían juzgadas y señalas por las barbaridades cometidas. Solo se querían olvidar de todo y seguir como si nada pasó. Otra de las situaciones que se presentan en el país, la de tirar la piedra y esconder la mano, así nadie se hace responsable de nada.
¡Lamentable!
