¡Ay sí! ¿No sabían que nos daban “perro por res” en los restaurantes chinos?

Hoy que veía la televisión y lanzaban al aire las imágenes de unos perros bien cortaditos listos para ir al fuego y servirlos en arroz y chop suey me preguntaba cuántas libras de carne de otros animales que no sean res y pollo me habré comido durante mi vida que he ido a comprar alimentos a estos establecimientos orientales.

La verdad me puse hacer memoria y creo que nunca de las veces que compré comida china me enfermé en la vida. Es más, siempre dan tanta comida que ajusta para comer al día siguiente y aun así, nadie se enferma.

Hace años que venimos tratando de descifrar el misterio de la carne de los restaurantes chinos. Me van a decir que jamás se preguntaron: ¿Verdad que esta carne de pollo no parece pollo? ¿Te parece raro el corte de la carne?.

Seguramente nos “deslizamos” un gatito, una ratita, burrito o uno que otro perro callejero que se le veía buen material para hacerlo carnitas. La ventaja que los orientales cocinan a altísimas temperaturas y todo lo malo que vaya en esas carnes se muere de inmediato, así que no hay que “llevarle miedo” a la comida china.

No he visto a ningún “chinito” escandalizado porque comemos cusuco, garrobo, iguana, mondongo, chandinga, chanfaina, bofe, etc. Es una cuestión de perspectivas y de culturas.

De todos modos, siempre seguirán dándonos “perro por res”. Y como dice mi buen amigo Neptalí Valle: “Ojos que no ven, corazón que no siente”.

¿Por qué se escandalizan?

¡Vamos por comida china mejor!