Carolina y su viaje a “Neverland” en “La Bestia”.

Carolina es una niña hondureña de dos años de edad que viaja en “La Bestia” rumbo a los Estados Unidos. La imagen tan impactante la comparte el periodista mexicano, Óscar Hernández Bonilla.

Desde su cuenta de Twitter el periodista escribió: “Sus ojos descubren el mundo. Carolina, hondureña, tiene dos años y ya sortea el camino en “la bestia”. Trump no detendrá estas realidades.

Carolina representa a los hondureños que no le tienen miedo a Donald Trump, no le tiene miedo a un país que no les pertenece, que la mayoría de los que se van caminando no conocen el idioma y que otro tanto no tiene la idea donde va a dormir y que va a comer los primeros días en caso que no conozca a nadie que lo reciba en los Estados Unidos de América.

Carolina es la cara de una inocencia truncada, de una vida entera de trabajos forzados, de personas que laboran en condiciones infrahumanas y casi siendo esclavos “legales”, poca paga, racismo, malos tratos y una nostalgia que pesa más que la torre “Trump”.

La pequeña no sabrá que es jugar en el barrio, no aprenderá de rayuela, de landa congelada, del escondite, porque todos estos juegos desaparecieron cuando la mara empezó a controlar el barrio. Sus padres se la llevan buscando el bienestar y con el deseo que se convierta en una mujer de bien. Aunque toque soportar los embates de racismo y odio fomentados por Donald Trump.

La vida va en serio y si no trabajas, no comes. En un país como el nuestro donde las oportunidades son limitadas, el hambre apremia y la delincuencia es prioridad en una gran parte de la población que elige el dinero fácil antes que esperar todo el proceso de educación para ver qué consigue cuando se gradúe.

El problema es serio, sin duda se crean leyes, tratados y se hace acciones para mejorar la situación, sin embargo el hondureño necesita soluciones casi inmediatas para poder sostener a su familia. Oportunidades claras de trabajo donde alcance para comer, educar a sus hijos y poder vivir bien.

Mientras las decisiones las sigan tomando unos pocos y la situación económica no mejore en el país, seguiremos teniendo muchas Carolinas en “la bestia” desafiando todo peligro, todo mal y tocará aprender a bailar con la muerte para salir bien librado y poder pasar el muro que quiere levantar el anaranjado de Donald Trump.

Los que se van le robaron el miedo al miedo, los motiva las ganas de salir adelante y poder dar de comer a su familia.

¡Sufren en el camino, pero aprenden en la llegada!

¡Fuerza!