Caso Kevin: La dignidad por el oro no se empeña

Muchas personas podrán criticar el título de esta columna, otros pueden tener el mismo pensamiento, está al libre albedrío y pensar de cada uno.

Ojo, lo siguiente de ninguna manera es un acto de injuria o calumnia ante las partes que han estado involucrados en el caso de Kevin Solórzano, sobre todo la parte acusadora.

De lo que yo tengo consentimiento, y las cosas que se me han inculcado, como ser la ética, los valores, principios morales, etc., por ningún motivo debo dejarme sobornar o tratar de ocultar un hecho que atente ya sea contra la moral mía o de otra persona y que es mejor decir la verdad e ir de enfrente a vivir ocultando algo o mentir para favorecer a alguien, solo por dinero.

Una amplía cantidad de hondureños saben de que el estudiante, Kevin Solorzano fue declarado culpable por el delito de asesinato con el ex fiscal Edwin Eguigure y tentativa contra la ahora viuda, María Auxiliadora Sierra.

Ahora, ¿Por qué digo que la dignidad por el oro no se empeña?

Surge porque en este fallo de la Sala de lo Penal hay varias cosas que no están del todo claras. Ejemplo, ¿por qué las declaraciones de la familia de Kevin no son creíbles por el parentesco, pero la esposa del fiscal, involucrada hasta los “queques” sí?

¿Por qué una opinión tiene peso y validez y  la otra no? ¿A cuenta de qué es esto? O, por el otro lado… ¿Por qué el fallo no explica la razón o motivo que condujo a Kevin a cometer el crimen? ¿Un vaciado telefónico no te salva de una condena?

Asimismo, desde un principio se descartó que el arma se haya enconchado, como lo dice la viuda, mientras que el retrato hablado no concuerda con las características físicas de Kevin.

La verdad es que hay varias circunstancias en el aire que muchos abogados, periodistas, comunicadores y otras personas que han seguido el caso y entienden las diferentes situaciones que quedan sin resolver y dejan con un mal “sabor de boca” y con la incógnita de saber si todo el proceso fue legal o existió algo “pando”, debido a los diferentes actos de justicia que se han observado y estudiado en los últimos años.

La otra pregunta es: ¿Existió soborno? No lo se, no tengo todo el fundamento y las pruebas posible para dar un veredicto, esto meramente una opinión y simplemente me remito a lo que manejo, pero que todos sepamos, que por ninguna razón vendamos nuestra dignidad, porque puede ser la única que nos llevemos al morir.

Vayamos siempre hay que ir con transparencia e integridad.