María Antúnez llegó en 2010 a Estados Unidos gracias a una beca deportiva. La vida le dio una oportunidad y no la desaprovechó.
Sus logros en siete años son impresionantes: se graduó en la Universidad de Mercyhurst en Erie, Pennsylvania con un título doble en Biología Médica y Sostenibilidad Ambiental (2014) y obtuvo su maestría en Mando Organizativo para las Ciencias (2017).
Hoy estudia su segunda maestría, esta vez en Educación Superior.
Esto basta para recordarnos que no todos los hondureños que se van a Estados Unidos son delincuentes u holgazanes.
En estos momentos en lo que en ese país realizan redadas para capturas pandilleros -63 de los apresados son compatriotas nuestros-, María es, sin ninguna duda, un orgullo nacional.
De 24 años y originaria de Tegucigalpa, vive en Pennsylvania, donde practica su otra pasión: el boxeo.
Empecé a entrenar boxeo en Honduras con mi hermano Christian; él era entrenador personal y fisicoculturista en el Iron Gym en Tegucigalpa -recuerda María.
“Cristian me contó que un boxeador profesional, el Muñeco González, estaba entrenando gente para boxeo en el Iron Gym. Él sabía que yo siempre había querido practicar artes marciales o boxeo cuando estaba pequeña, pero mis papás no me dieron permiso”, recuerda.
Sus papás preferían que ella jugara baloncesto, volleyball, atletismo, natación, tenis de campo y de mesa, y sobre todo fútbol y que siguiera con sus clases de piano y de arte.
Eso cambió en diciembre de 2014 cuando comenzó a practicar con el Muñeco y, según cuenta María, “Me enamoré del boxeo”.
Su pasión creció en Estados Unidos, país en el que hay mejores condiciones para practicar el deporte de las orejas chatas y las orejas de coliflor.
En la actualidad tiene récord de 11 peleas ganadas y 0 perdidas. Es campeona en las 125 libras de Pennsylvania y en julio buscará ganar el título de los Golden Gloves (Guantes de Oro) a nivel nacional.
Así que a seguir sacando esa garra catracha, María. Y, como decimos en buen hondureño: a sonarles los mocos a esas gringuitas.
FOTO: María y el puño en alto. Ya es una imagen típica.
FOTO: Otra victoria y otra víctima; en esta ocasión una gringuita.
FOTO: María también es campeona en el mundo de la academia.
FOTO: Con su trofeo de campeona de Pennsylvania.
