Por SAÚL CARRANZA
En las calles del municipio de Candelaria, Lempira, la gente transita de un lado a otro. No importa cómo estén de ánimos ni cómo esté el clima en pleno mes de marzo, sus pobladores extienden la mano y amablemente saludan con un “Hola, ¿Cómo está?” a sus vecinos y particularmente a los visitantes.
La ciudad de Candelaria es pintoresca y seguro puede resultar del agrado de sus visitantes amantes de la arquitectura colonial. Su población anda alrededor de 6 mil 746 habitantes.
Además, debido a su elevación sobre el nivel del mar, no es un lugar que favorezca el cultivo de café.
“Chepe” el nombre de moda
Su nombre es José Santos Acosta Díaz, más conocido como “Chepe”, o el hombre que maneja una mototaxi y que se ha ganado la simpatía de la gente por su humildad, honradez y habilidad para conducir.
El nombre de “Chepe” comenzó a sonar con mayor fuerza después de 12 del domingo 12 de marzo… ¿y adivinen por qué? Pues por culpa de la política.
Resulta que con apenas 30 años, “Chepe”, como dice el recordado comediante mexicano “Chespirito”, le ganó “sin querer queriendo” el pulso en las pasadas elecciones internas del partido Nacional al alcalde, Orlando Argueta.
Algo inesperado, pero “Chepe” de la noche a la mañana se ganó el corazón de los candelarienses con su humildad y sencillez, hasta el punto que lo favorecieron con el voto para que aspire a la alcaldía de Candelaria, por el Partido Nacional, en las próximas elecciones generales del mes de noviembre.
Buen, “Chepe” es tan famoso en su comunidad que en su mototaxi deleita a sus pasajeros con la canción que le compusieron en su campaña política.
“Todos con Chepe, vamos con Chepe, todos quieren con Chepe”, reza parte de la pegajosa canción que motivó a los candelariense a asistir a las urnas el pasado 12 de marzo.
Su primera entrevista
Eran las tres de la tarde, a lo largo visualicé una mototaxis, le hice señal de parada y el conductor muy amablemente me invitó a abordar el vehículo de tres ruedas.
A mi llegada me habían hablado del joven que había sorprendido a propios y extraños y en particular al alcalde, Orlando Argueta.
Al verlo detenidamente le pregunté: “¿Usted es Chepe, el candidato a alcalde por el Partido Nacional?”, A lo que él contestó con la humildad que lo caracteriza: “Sí, yo soy Chepe”.
Luego de recibir su respuesta, lo invito a entablar una plática amena, él acepta y nos internamos en el mundo de un joven que está viviendo un sueño…
El candidato a alcalde se baja de su mototaxi, luce “aguevado”, pues es su primera entrevista. Porta una camisa verdeamarelha alusiva a la selección de Brasil, jeans azul, zapatillas negras y su cabello luce despeinado.
Al entrar en confianza me confesó con cierta timidez que “cierto día me llamaron por teléfono y me citaron a una reunión en la municipalidad. Yo estaba en un trabajito con Chamba Comunitaria y el alcalde me propuso que formara parte del otro movimiento (Juntos Por Más Cambios) del abogado Juan Orlando Hernández”.
– Adiós, “Chepe”, te vamos a apoyar en las elecciones generales -interrumpió un simpatizante de “Chepe” en medio de nuestra entrevista.
Luego del saludo, el joven político continuó contando: “Ellos no tenían a quién poner como alcalde, porque solo era para rellenar el cupo. Entonces me pusieron a mí, pero yo no quería aceptar, porque no quería ser objeto de burla”…Al final ganó por diferencia de 76 votos y hoy muchos ya lo llaman “nuestro alcalde”.
–¿Y luego?- Le consulté.
Bueno (siguió contando)… lo pensé y acepté. Al principio me costó, no le hallaba sentido, pero al final me fue gustando; mis amigos me apoyaron en la campaña. Yo sinceramente no quería postularme para alcalde, porque solo llegué hasta sexto grado y mi trabajo es en el campo, en las milpas o estar sembrando.
“Chepe” tiene callos en sus manos, me dice que ama la vida en el campo y que con los centavitos que se ha ganado se compró su mototaxi. Su segundo trabajo.
–¿Cuánto billete hace a diario?-
Depende del lugar, pero un buen día me hago 300 pesitos libres aparte del combustible. A veces me llaman los clientes en la madrugada para hacerles un viaje y me dan 200 lempiras.
-¿Cuáles son sus propuestas como alcalde?-
Sonríe por primera vez-. Yo no soy estudiado, pero si Dios me da esa oportunidad yo quiero ayudar a la gente pobrecita, porque realmente da tristeza ver la situación de mi gente.
Ahorita que estuve en campaña, fui a visitar unos lugares que viera cómo vive esa gente, por ahí quiero comenzar.
El aspirante para ser alcalde de Candelaria me dice que la gente lo está apoyando y que ya empieza a recibir críticas buenas.
“Yo quiero arreglar las carreteras de mis comunidades, yo tengo experiencia en eso porque paso con mi mototaxi y vieras… como brinca uno en esas calles llenas de baches. A veces he llevado mujeres enfermas o mujeres recién criadas que les han hecho cesárea y eso es bien complicado”, dice.
–¿Y su familia qué le ha dicho?-
Ja, ja, ja, en mi casa no estaban de acuerdo, bueno, de hecho dos personas no querían, pero ahora que gané ya me están apoyando. Viera, para mí era bien difícil saber que la gente me apoyaba, pero mi familia no, no era nada fácil competir con el alcalde.
–¿Se ve como alcalde en noviembre?
Sonríe por tercera vez. “Por lo que veo me tocará -ring, ring, ring suena el teléfono de Chepe, es para una carrera-. “Bueno, ya voy a bajar, espéreme un rato”, le dice al cliente y cuelga la llamada.
“Chepe” se ha armado de valor para ser el próximo alcalde de Candelaria y dice que su mayor temor es expresarse ante el público, pero me aseguró que le pedirá un par de consejos al presidente Juan Orlando Hernández.
“Yo al presidente lo que le puedo decir es que vamos por la segunda victoria del Partido Nacional, ya que a nosotros nos gobernaron 16 años los liberales y eso no va a volver a pasar”, cuenta el aspirante a ser edil en Candelaria.
Ahora “Chepe” es famoso y su rola que es un “merengazo” se escucha en toda Candelaria.
Nos dice que nos tiene que dejar, pues el cliente lo está esperando. “Chepe” enciende su mototaxi, aprieta el acelerador y la radio suena. En el fondo de escucha su canción “Todo el mundo con Chepe…”.
