¿Cristo apareció en una tortilla de harina en Danlí? Yo no lo creo…

Los vecinos de la colonia La Sidra, en Danlí, El Paraíso, aseguran que Cristo decidió aparecer en una tortilla de harina que compró la sobrina de doña Suyapa Cáceres. Hoy, la casa de la señora se ha convertido en un lugar de peregrinación.

Es complicado referirse a este tema tan sensible, pues están involucradas las creencias de las personas. Yo, sin embargo, no creo que sea la imagen de Jesucristo.

Tampoco creo que haya utilizado esta vía para mandarnos un mensaje. ¿Por qué habría de hacerlo si basta con abrir la Biblia para encontrarnos con Él?

Respeto las creencias de los demás. Y, en este caso, las personas que creen que es la imagen del salvador del mundo la que está en la baleada no le hacen ningún daño a nadie.

Continuamente andamos buscando milagros y señales, y una simple piedra o un palo puede convertirse, para algunos, en un mensaje divino.

Estamos ansiosos de encontrar milagros, pero estamos tan ciegos que no nos damos cuenta que ya la vida, de por sí, es un milagro.

Escuchar las risas de mi hijo, verle la mano o el oído perfectamente dibujados por la mano de Dios, abrazarlo, escuchar el latido de su corazón, son pequeños milagros que muchas veces no valoramos.

Amar. Ser felices a pesar de todas las cosas malas que hay a nuestro alrededor, tender una mano de solidaridad. Esos también son otros pequeños milagros. Y así podemos hacer una lista interminable.

No joder a nadie, ni hablar mal de él ya es un milagro. Ponerle freno a la lengua para no chismear, dejar de ser envidiosos. He allí otros diminutos milagros.

No es mi intención irrespetar a nadie; mucho menos burlarme de los que creen que de verdad Cristo está en esa tortilla de harina. Pero se me hace difícil aceptar esta historia de la tortilla de harina.

El verdadero milagro va a estar si todos multiplicamos las baleadas y las compartimos con aquellos que pasan hambre.