¿Cuándo veremos a Mario Zelaya de anaranjado en El Pozo?

Aunque El Pozo I y El Pozo II están llenos de integrantes de la 18 y de la MS, seguro estoy que aún hay espacio para un personaje que le hizo un daño irreparable al país, y que, con el saqueo al Seguro Social, provocó la muerte de muchos hondureños humildes.

No entiendo por qué a Mario Zelaya, el pagador de putas y viajes de placer con el dinero nuestro, está en el Primer Batallón y no en una de las celdas de esas cárceles de máxima seguridad.

Crimen es crimen, y no se puede comparar quién le ha hecho más daño a la sociedad: si el cabecilla de una pandilla que ordenó secuestros, asesinatos, extorsiones y tráfico de drogas; o este malévolo personaje al que se le dio una de las misiones más sagradas del Estado: la salud de su pueblo.

No hay necesidad de enumerar todas las fechorías que Mario Zelaya cometió. De eso se ha dicho bastante, aunque seguros estamos que no se le ha descubierto todo el mal que hizo.

¿Qué tanto esperan para mandarlo para Morocelí o a Ilama?

Si ya ha sido encontrado culpable por tres delitos: 1) Soborno y lavado. 2)  Almacenamiento ilegal de armas y; 3) Abuso de autoridad y fraude por la compra sobrevalorada de boletos aéreos (la sentencia es de quince años); lo correcto es que le pongan el uniforme anaranjado, lo expongan a los medios de comunicación y lo recluyan en una celdita.

Aunque en su torcida mente pretende presentarse como el “hermano Mario”, tocado por la gracia divina, muy pocos le creen el cuento.

Si su arrepentimiento es sincero, que comience por destapar toda la sopa y que nos ahorre tiempo y dinero.

No importa que haya sido declarado inocente por retener 167 millones de lempiras que los empleados del Seguro Social pagaron por concepto de Impuesto Sobre la Renta.

Quedan tres casos más pendientes , y solo es cuestión de tiempo para que se sepa cuántos años estará tras las rejas.

Y de eso no se librará por mucho que rece, rece, rece y rece.