¿Culpables? ¡Todos! No se salva ninguno…

Foto de David García.

La Copa Oro 2019 pasará a la historia como una de las más decepcionantes para el fútbol hondureño, pues tras dos partidos jugados nos hemos quedado sin opciones de clasificar a los cuartos de final.

Primero la Bicolor cayó como visitante 3-2 ante Jamaica, y luego, justamente este viernes, se perdió ante Curazao por la mínima diferencia, siendo este un resultado que definitivamente nos pegó duro.

Las sensaciones son pésimas, hay decepción entre los seguidores del “Equipo de Todos” con justa razón, y tal y como suele suceder cuando esto pasa, todos buscamos culpables.

¿Quién ese el responsable de esta catástrofe?

Bueno, yo soy de los que digo que cuando se gana, ganan todos, y lo mismo cuando se pierde. Aquí todos son responsables, tanto jugadores, cuerpo técnico como federativos.

Foto: David Garcia
Foto: David Garcia

JUGADORES:

Obviamente unos destacaron más que otros, pero a nivel general lo que se hizo fue penoso. Los delanteros no le marcan gol ni al arcoíris, los mediocampistas no son claros con lo que quieren hacer y en defensa dejamos muchas dudas.

Más allá de los planteamientos tácticos y muchas cosas más, es claro que hay situaciones que los futbolistas resuelven por sí mismos en el campo, y la realidad es que no se ha demostrado actitud de su parte en esta Copa Oro.

CUERPO TÉCNICO: 

Sin duda el más señalado es el director técnico, el uruguayo Fabián Coito, y no por el estilo que quiere implementar (el cual por cierto no está del todo claro), sino por tomar decisiones que no tienen lógica para los que seguimos el fútbol nacional.

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Foto de David García.

¿Alejandro Reyes ingresa de cambio como el revulsivo en un partido? ¿Jorge Álvarez titular por encima de Bryan Acosta? ¿El mismo “Tambito” ocupando el lugar de lateral? A ello agreguen a otros jugadores que debían estar en el torneo y no lo están por su decisión, por ejemplo Elmer Güity, Kevin López y Bryan Róchez.

FEDERATIVOS:

Y claro, a ellos no los podemos librar de culpa. Sencillo, el ridículo en gran parte se debe al poco tiempo de trabajo que ha tenido el técnico Fabián Coito, y esto a la vez se debe a la pasividad que mostraron los directivos al momento de contratar al nuevo estratega de la Selección Nacional.

Pasamos casi 14 meses pelando papas sin un entrenador oficial, y hasta que les roncó lo contrataron, ignorando el sentimiento popular que aclamaba a un técnico lo más rápido posible. También se les señala el capricho de tener un extranjero en esa posición, cuando tranquilamente se pudo apostar por uno nacional, uno que conociera el entorno y no anduviera bateando como lo está haciendo Coito.

En fin, todos tienen responsabilidad, y el primer paso para salir de este problema es aceptar la culpa, algo que difícilmente sucederá. Estamos en una situación complicada, y sino se trabaja como se debe el Mundial de Qatar 2022 se convertirá únicamente en un sueño, así como lo fue Rusia 2018.