Así como los gringos piden que se extradite a un hondureño metido a narcotráfico, lo mismo deberíamos hacer nosotros con los agentes de la DEA que ordenaron el asesinato de cuatro hondureños inocentes.
No, no es un chiste.
Según un reciente informe divulgado este miércoles en Washington, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) asesinó por “error” a cuatro inocentes que se transportaban en una balsa justo cuando se terminaba una operación antidroga en conjunto con la policía nacional en la zona de La Mosquitia en 2012.
¡Inexplicable!
En dicha operación murieron cuatro personas y otras cuatro fueron heridas, que según los habitantes locales eran civiles inocentes que viajaban de noche por un río, dos de las víctimas se presume que estaban embarazadas y también hay un menor de edad (14).
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Foto de Marvin Palacios: Juana Jackson una de las víctimas, tenía cinco meses de embarazo.
Pero la DEA MAÑOSAMENTE mintió todos estos años respecto a cómo ocurrieron los hechos, pues aseguró que les habían disparado desde un barco.
El problema se dio cuando una pequeña embarcación de pobladores se acercó a una lancha que la DEA y agentes hondureños había capturado porque llevaba droga.
Un agente de la DEA ordenó a un helicóptero Black&Hawk que los acompañaba abrir fuego contra la embarcación -algo que solo agentes de la DEA pueden hacer-, creyendo que andaban armados…
Los disparos solo pudieron venir de agentes de la DEA, ya que ningún hondureño tiene autoridad para disparar desde arriba dentro de un aparato de guerra estadounidense según autoridades estadounidenses.
“Nosotros no disparamos contra los soldados, ellos están diciendo eso para lavar sus manos, yo estoy viendo a ellos…yo me salvé, por eso estoy de aquí, ellos trajeron una guerra, por el poder de Dios, yo estoy aquí, yo soy como un milagro, me dieron nervios”, puntualizó en su momento Clara Wood Rivas, madre del niño de 14 años que murió.
Foto de Dick Emanuelsson: Clara Wood relatando lo sucedido en 2012
Pero los de la DEA mintieron, al momento de informar lo que pasó, al decir que los pobladores eran narcotraficantes y que andaban armados, según el informe presentado.
El informe dice que la DEA no cooperó con las investigaciones del Departamento de Estado y del gobierno hondureño además dio información inexacta a funcionarios del Departamento de Justicia y al Congreso sobre la redada de mayo y describió su papel en la operación como de apoyo, cuando en realidad sus agentes mantuvieron un control absoluto.
“Clara Wood , logró salir del río, asustada y llorando. Le salieron al paso dos agentes locales que le apuntaban con su fusil, les acompañaba un agente norteamericano (grande, elegante, con uniforme caqui).
Los agentes le preguntaron que si se quería morir, Clara Wood les suplicó que respetaran su vida, porque tenía hijos y no quería morir, que les habían disparado y no encontraba a su hijo. Le respondieron que se perdiera del lugar.” publicó el periodista sueco periodista Dick Emanuelsson, quien realizó un reportaje de los hechos.
Pero, ¿Y ahora qué pasará?
Estos asesinos deberían pagar con la cárcel la negligencia que realizaron, además de todo aquellos que encubrieron el hecho.
La portavoz de la DEA únicamente habla que los agentes ya no trabajan en el extranjero, y ya. Pero ¿qué acciones tomarán contra los agentes?.
Cuando el periodista Dick Emanuelsson le consultó en junio del 2012 al Consejero de Prensa y Cultura, Steve Posivak, de la embajada estadounidense en Tegucigalpa sobre la masacre, él con toda “categoría” confirmó que “ningún agente de la DEA disparó en el incidente”.
El estado de Honduras debe de pedir una inmediata respuesta al gobierno americano por estos CRÍMENES de sus agentes en el territorio nacional a ciudadanos hondureños inocentes.
Fuente: Dick Emanuelsson, El Heraldo, Cofadeh
