Duarte recibió el prestigioso galardón de manos del presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.
La emblemática doctora y directora del Centro de Lucha Contra el Cáncer “Enma Romero de Callejas”, Flora Duarte, recibió este martes, entre aplausos, el premio de Identidad Nacional que cada año otorga el Poder Legislativo.
“Maestra y médica de profesión, agradezco el honor de otorgarme el Premio Identidad Nacional con mucha humildad y lo comparto con aquello que silenciosamente luchan contra el cáncer”, expresó Duarte.
Con nostalgia, Duarte recordó que fue en el departamento de Lempira donde comenzó su vida profesional
“Me agrada estar aquí en Lempira, porque fue en Lepaera donde comencé mi servicio social en 1963, hace 56 años”, relató.
A su vez, Duarte aseguró que “La lucha contra el cáncer es un arte que requiere de nuestra total entrega aplicada en estrategias y tácticas encaminadas a un solo fin: eliminar el cáncer”.
Hace 40 años, el cáncer –agregó–, era sentencia de muerte, inicié mi faena educando a todo nivel, comenzando por mis colegas y la población hondureña.
He recorrido los 298 municipios de Honduras gritando que el cáncer se puede curar, que el cáncer se puede evitar y el daño que produce el tabaco –dijo.
Con orgullo, la doctora Duarte aseguró que su visión y misión en su lucha contra el cáncer han sido cumplidas al pie de la letra como un decreto pétreo: ¡Salvar vidas!
“Somos, en el Centro de Cáncer ´Enma Romero de Callejas´, pioneros en Honduras en brigadas de detección precoz, nuestra experiencia transciende las fronteras, siendo ejemplo para el mundo. Latinoamérica aprendió de Honduras”, recalcó Duarte.
Esperanzada, la homenajeada resaltó que gracias a las campañas educativas la población conoce más del cáncer.
“Hemos logrado hacer un enorme cuadro en Honduras, una pintura especial que nos identifica como solidarios, patriotas, creativos, diferentes a otras sociedades”, expresó Duarte.
Para finalizar, Duarte dijo: “Me siento muy orgullosa de representar la Identidad Nacional de la mujer hondureña y de mi patria… ¡Gracias!”.
