Don Manuel: ¡Siéntese a dialogar ya o váyase al río Guayape!

Por RAMÓN LÓPEZ P.

Queda claro que a Mel no le interesa dialogar. Él lo que quiere es confrontar, destruir, dividir. En su corazón aún carga el resentimiento del golpe de Estado de 2009.

Es una herida que nunca cicatrizará.

Por eso, para él todo el mundo es traidor, conspirador o vendido. Lo son -según ha dicho-, la Organización de Estados Americanos, la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea, los gringos… Ahora solo falta que meta en la lista a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y al papa Francisco.

Mel y los perfumados y aburguesados dirigentes de Libertad y Refundación (Libre), que lo acompañan, y que de revolucionarios no tienen nada, ahora se han dedicado a atacar al propio Salvador Nasralla.

Porque para eso sí son buenos. Para las purgas, para expulsar a todo aquel no está de acuerdo con las imposiciones, para desprestigiar.

¡El único ser que tiene credibilidad para ellos es el payaso de Nicolás Maduro, a quien visitan siempre a la carrera, porque no toleran estar un solo día sin papel higiénico!

Mel no ha captado el mensaje: el pueblo hondureño, en su mayoría, ya no quiere relajos y no lo apoyará en su delirante campaña por tomar el poder como sea.

Supere ese golpe que le dieron hace nueve años por su propia ingenuidad, cuando todo el mundo sabía lo que se le avecinaba, pero, aparentemente, usted no se dio cuenta.

Ya estuvo de relajos que no dejan nada productivo, sino más división, odio y luto.

¿Quiere el poder? Pues prepárese para las próximas elecciones, pero deje el cuento ese que le robaron las elecciones, como pretexto para seguir  adelantes con esa “cruzada” de destrucción.

Perdió… perdió. Y ya.

Si Salvador mandó ya a sus representantes, hagan ustedes los mismo. Siéntese a dialogar. Y si no, mejor quedése disfrutando de las ricas aguas del Guayape.