Era su día libre, pero aún en ese momento el llamado del deber fue más fuerte. A pesar de la situación peligrosa en que se encontraba, el policía Óscar Armando Gutiérrez trató de impedir un asalto y fue asesinado.
La noticia no trascendió. A pocos, salvó a sus compañeros, les interesó.
Todo ocurrió en un bus que cubre la ruta Tegucigalpa-el sur de Honduras.
“El hecho se suscitó en la aldea Coraicito de Nacaome, Valle a eso de las 7:30 de la noche cuando el servidor público Oscar Armando Gutierrez Garcia se dirigía a visitar su familia en la ciudad de San Lorenzo, Valle”, reza un comunicado de la Policía Nacional.
Gutierrez tenía 28 años de servicio policíal, era padre de familia y deja a su esposa con cuatro hijos.
Él estaba asignado a la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte, donde siempre demostró abnegación al servicio mediante una hoja de trabajo intachable resaltando sus méritos de atención al ciudadano -agrega el comunicado.
Con la muerte de Gutiérrez, este año son cuatro los funcionarios policiales que han ofrendado su vida en el cumplimiento de su deber.
Esperamos que el Estado no deje sola a la familia de este héroe.
¡Dolorosa noticia!
