Espero que esas dos mochilas sean el golazo de sus vidas

Foto de midiario.com

Fui víctima de un robo.

No mencionaré el momento ni el lugar en el que se dieron los hechos, no hay necesidad; únicamente basta con saber que me robaron, algo que no sucedía desde hace un buen tiempo.

Simplemente me subí al carro, y cuando comencé a andar noté que una corriente de aire rompía el silencio normal en los primeros segundos de un viaje que hago constantemente.

Pensé que una ventana había quedado mal cerrada, y mientras intentaba encontrar una respuesta a esa duda, lo noté. La guantera estaba abierta y yo no era el responsable de ello.

No lo dudé, detuve el auto y pensé en lo peor, miré hacia atrás y sí, efectivamente, no estaban mis dos mochilas.

Foto de Pulzo.com
Foto de Pulzo.com

¡Tranquilos! No andaba dinero ni algo de mucho valor, por suerte y casualidad un día antes dejé mi computadora en otro lugar, pero sí, perdí algunas cosas que me duelen por el tema sentimental.

Mi fiel acompañante. Ese radio que por años había ido conmigo al estadio y había vivido momentos de alegría y tristeza, o esa camisa que todos tenemos, que nos gusta cómo se nos ve por una razón inexplicable, entre muchas cosas más.

En una situación como tal muchos se hubieran enojado con justa razón, pero en mí sucedió algo diferente, y lo único que pude sentir fue decepción, pero más allá de eso pensé en el lado positivo, y de todo corazón lo digo… ¡Ojalá esas mochilas sean el golazo de sus vidas!

Foto de nobbot.com
Foto de nobbot.com

Estoy seguro que no solo fue una persona, así que a quienes tomaron mis mochilas les pido un favor, y este es que le den valor a cada una de las cosas que llevan dentro.

Ojalá y la ropa sea de sus tallas, ojalá y les guste la radio, ojalá sus celulares no tenga cargador para que puedan utilizar el mío, y así sucesivamente.

Lo único que quiero es que aprecien cada objeto como yo lo hice, pues solo así cuando pierdan cada uno de ellos se darán cuenta del valor que puede tener en la vida de una persona, y será en ese instante cuando entren en razón, y no es necesario que escriba al respecto, será algo de lo que se darán cuenta y ya.

No estoy resentido ni nada por el estilo, al contrario, espero que esas dos mochilas cambien sus vidas para bien, y si es así estaré feliz.