Esposa de agrónomo víctima de la violencia: “Fue un excelente padre”

Hace unas semanas fuimos estremecidos por el asesinato del ingeniero agrónomo Juan Ángel Dubón en San Pedro Sula. El hecho, como miles otros, permanece sin ser esclarecido por las autoridades.

Fue conmovedor el vídeo en el que su esposa gritaba de dolor cerca del cadáver, mientras gritaba “Maldito país, maldito país”.

Ayer, para el Día del Padre, la esposa escribió esta carta:

(Tomado de www.oncenoticias.hn)

“Juan Ángel fue un buen padre, siempre cuidaba de ser un hombre íntegro y de palabra, porque sabía que sus hijos estaban siguiendo sus pasos.  Siempre fue un ejemplo a seguir.

Fue un buen proveedor, trabajaba a diario para poder darle a sus niños alimentación, vestido, casa, educación y a la vez disfrutar en familia los paseos que a menudo se tornaban una aventura llena de experiencias nuevas a su lado.  Le encantaba llevarnos a comer helado, el helado de fresa y vainilla, el mismo que comíamos en el momento que nos dejaste sin tu presencia.

Juan Ángel era una fuente de felicidad y amor para sus niños, a diario los convertía en seres dulces y cariñosos, no perdía oportunidad para expresarles que los amaba, seguido de un beso y un abrazo estremecedor, él se sentía engrandecido cada vez que los abrazaba, besaba y sentía el amor y el calor que recíprocamente de sus hijos recibía.

Fuiste un padre disciplinador, sabia reprender a los niños con rigor y amor a la vez. Entre palabras dejaba todo claro si en algún momento alguna contrariedad había entre ellos. Tenías el carisma de retener las lágrimas que tu pequeña derramaba cuando llegaba la hora de que él se  fuera a trabajar, lo lograbas entre miradas amorosas y mimos.

Más que ser un Padre, Juan Ángel era un niño más cuando estaba con sus hijos, disfrutaba los paseos en bicicleta, jugar al Café con su niña, lanzarse al piso con un cuento y leerles hasta que los niños se durmieran,  hablar y entender el idioma de su pequeña de 17 meses, correr por toda la casa para no ser atrapado por su niño experimentado  en usar las nerf llenas de agua y jugar a la pelota en la calle con los niños y el perro.

Juan Ángel fue un padre orgulloso de los logros de sus hijos a pesar de sus cortas edades, les hacía saber que para él eran unos pequeños gigantes en lo que hacían.  Era un padre orgulloso de tener  a su niño cursando su séptimo grado, siempre con buenas notas y aprendiendo Alemán, admiraba la agilidad de su niño con la raqueta para jugar tenis.

Por 17 meses le hizo sentir a la niña que le enorgullecía cada minúsculo logro que como bebé escalaba, pero que para nosotros, para él, era lo máximo, enseñarle a decir papa, a gatear, a caminar, a correr, andar en moto, a darle de comer al perrito, a ser valiente y a disfrutar apasionadamente el contacto con los animales.
Durante el tiempo que Dios nos prestó tu compañía para nosotros fuiste el mejor… el mejor Esposo y el mejor Padre que nuestros niños tuvieron y tendrán,  porque tu recuerdo seguirá vivo hasta que nuestro Señor nos conceda reencontrarnos contigo de nuevo”.

Atte. Su esposa