La muerte de un genio no es ninguna noticia en Honduras. Acá lo que acapara el interés es si Messi es mejor que Cristiano Ronaldo.
Entre más cabezas huecas somos, menos identidad tenemos.
¡Que vivan la idiotez y el subdesarrollo mental!
Eso explica que el fallecimiento del escultor hondureño MARIO ZAMORA ALCÁNTARA no tenga ninguna importancia.
El artista que esculpió:
El Cristo del Picacho; Juan Ramón Molina del Parque La Libertad y todas las estatuas en los bajos del Congreso Nacional, entre muchas obras, ha muerto el domingo en México, el país que lo recibió con los brazos abiertos y lo amó como a un hijo más.
Tenía 96 años.
Nos gustaría decir que Honduras llora la muerte de uno de sus hijos más ilustres, pero no es verdad. Porque aquí lo que nos hace llorar es cuando el Barcelona o el Real Madrid pierden, o si Messi y CR7 fallan un penal.
¡Qué vergüenza!
