Cuando les conviene, los dirigentes de la Fenafuth llaman a la afición capitalina para que viaje a San Pedro Sula a apoyar a la H.
Pero ahora, que está la gran oportunidad para que en Tegucigalpa haya un juego eliminatorio, estos señores, en forma irrespetuosa, salen con la historia que están considerando que el partido ante los ticos del 28 de marzo sea en La Ceiba o en el Morazán de San Pedro Sula.
No se trata de denigrar a las aficiones de ningún lado. Sin embargo, consideramos que la hinchada de Tegucigalpa, Olancho, El Paraíso, Comayagua, Choluteca y Valle tiene derecho a exigir que ese juego sea en el Nacional.
Parece que tenemos lepra y que somos contagiosos. ¡Qué grosería! ¡Qué forma de vernos de menos!
A estas alturas, a dos meses y medio de la fecha, ya hubieran dicho “¡El partido será en Tegucigalpa!” para despertar el entusiasmo de los capitalinos.
En lugar de eso, lo que hay es silencio que pesa como la lápida de una tumba.
Entonces, si tanta es la cosa de los federativos, de Pinto y de los mismos jugadores, llévense a la H a La Ceiba, al Morazán, a Marte o a un potrero.
Y allí, donde sea, llegaremos los aficionados capitalinos en caravana para demostrarles que aunque nos traten con las patas, nuestro amor por la H es más grande.
