Herederos de esta pasión

El sentimiento de pasión que tiene un hincha se genera mayoritariamente por herencia familiar y va creciendo porque quienes también tienen este sentimiento son personas confiables con las que se convive a diario. Al igual que cualquier otro hábito en presencia de un niño, se transfiere. Los pequeños al ver una reiterada conducta en los padres la imitarán, más cuando ésta es todo un evento

Difícilmente alguien que no sea hincha podrá entender el conjunto de emociones que un partido tiene, pues según los fanáticos, los 90 minutos están llenos de efervescencia, identidad y compromiso y sobre todo mucho orgullo y pasión.

Ayer en el partido ante Real España el lente de NaciónOlimpista captó a dos niños de apróximadamente de 5-7 años, quizá para un niño entender lo que sucede en el juego durante los 90 minutos no es de tanta exigencia. Estos dos amigos se la pasaron muy bien, al terminar el primer tiempo uno de ellos tomó la bandera tricolor y comenzó a extenderla sobre su espalda, de momento nada curioso hasta qué, le pedió a su compañero que lo fotográfiara, así comenzó ésta historia.

Es curiosa la tendencia de heredar a través de la sangre tu pasión por estos colores que llevas desde niño y que muy probablemente los lleves hasta la tumba, gracias niños, por hacer de los escenarios deportivos historias de amor y de mucha diversión como estas.