Nadie sabe las razones por las que los hijos o nietos toman la terrible decisión de abandonar a su suerte a sus padres cuando éstos llegan a la vejez.
A muchos los traen a los hospitales de Tegucigalpa con la excusa de una cita médica pero deciden no volver por ellos y a los pobres ancianos no les queda de otra que deambular por las calles pidiendo dinero y tratando de sobrevivir.
Algo imperdonable.
Sin embargo, en 2000, el doctor Francisco Amador (Q.E.P.D) fundó el Asilo de ancianos (Ceder) en la cuesta Lempira de Tegucigalpa, un lugar donde los ancianos desprotegidos y abandonados de la calle podrían encontrar un lugar donde pasar sus últimos años de tranquilamente.
Por 16 años, este asilo ha dado un hogar, techo, comida, medicamentos, ropa y hasta un lugar donde enterrar a los abuelitos cuando tristemente ellos pasan a estar con Dios.
Hoy, lamentablemente, este centro que cuida a 15 abuelitos está pasando momentos difíciles por falta de presupuesto para pagarle a la única enfermera, la cocinera, y para suplir algunos alimentos y medicamentos que necesitan.
“La situación que vivimos en este momentos es bien difícil, porque mes con mes vivimos con la angustia de buscar de dónde obtenemos dinero para pagarle a las tres personas que tenemos aquí, que son las que nos ayudan con los abuelitos”, comenta la doctora Aramalys Poso, encargada del asilo.
Aramalys, esposa del doctor Francisco Amador, cuenta que él, en su lecho de muerte, temía por el futuro de “sus hijos” como le hacía llamar a los abuelitos, pero ella y sus dos hijos varones le prometieron que se harían cargo del asilo.
Hoy esta promesa se ve cada día más difícil de cumplir…
“Nosotros le prometimos a mi esposo que los cuidaríamos, pero muchas veces no tenemos cómo pagar los compromisos con las tres muchachas que nos ayudan aquí, imagínese que el salario de ellas, entre la tres, es mayor al salario mínimo, así que si se van no podremos conseguir a alguien que trabaje por ese mismo salario”, dice.
Aramalys afirma que a ella le gustaría subir el salario a las chicas -que trabajan 24/7 casi un voluntariado- pero que si no puede pagar el de ahorita menos algo mayor.
Por eso el llamado es para todos los catrachos de corazón que deseen colaborar económicamente con este asilo es bienvenido, no importa la cantidad y las veces que lo haga, lo importante es dar un poco de nosotros a quienes dan tanto de ellos a los demás.
Para quienes deseen colaborar se pueden comunicar a:
- al teléfono: 95343258
- Cuenta de Banco Ficohsa: CEDER (001-201-707-232)
