Descabellada la idea de los dirigentes de la Penafuth de pretender que Honduras sea una de las sedes de un Mundial Sub 17.
¡Una vergüenza!
El rumor es que Honduras y los demás países centroamericanos estarían presentando su candidatura en 2020.
¿En qué cabeza cabe?
Vaya cinismo. Y descaro. Un insulto para cientos de niños de las ligas menores del país que juegan cada fin de semana en potreros de piedra y polvo (en verano) y lodo (en invierno).
¿Quieren desarrollar el fútbol hondureño? Entonces dejen esos delirios de grandeza y hagan algo por los niños. ¿No les da vergüenza que los cipotes “jueguen” en esas condiciones en La Vega (foto).
Dejen de alquilar la cancha del Birichiche a viejos panzones y “ñolas” y permitan que allí jueguen las categorías menores de Tegucigalpa.
Donen tacos. Balones. Uniformes. Guantes de porteros. Asomen sus caras de vez en cuando por esos remedos de canchas.
Solucionen. Construyan un complejo con grama artificial para los güirros. Sean serios. Que termine ese delirio de grandeza. Pongan los pies sobre la tierra. Y comiencen por lo más importante: por las categorías menores.
Y una vez que lo hayan hecho, allí sí, vayan a la FIFA y propongan a Honduras como sede de ese torneo.
Pero en las condiciones en que está nuestro fútbol, el solo hecho de pensarlo nos dice lo mal que andan de la cabeza los dirigentes de la Penafuth.
