¡Jorge Ortíz de Pinedo se burla del sacrificio de los inmigrantes!

La Bestia es un tren de carga que viaja desde Tapachula hasta una estación obligada en la Ciudad de México. Lo utilizan alrededor de 600 mil personas al año. En su mayoría son centroamericanos buscando un mejor futuro en Estados Unidos.

Según datos oficiales de la oficina de migración mexicana el 30 por ciento de la cantidad de usuarios anuales de La Bestia son mexicanos. Eso sería un aproximado de 180,000 personas.

Ahora resulta que a Jorge Ortíz de Pinedo, a quien consideraba una persona respetuosa, se le fue la mano con el guion de su comedia y puso palabras en la boca del actor de baja categoría Marco Uriel, a quien seguramente no lo ve ni su mamá.

El “chiste” dice: “Mi última película se llama Los desgarrados de La Bestia, se trata de los hondureños que suben al tren y cuando se suben, se desgarran”.

Se le olvida al señor De Pinedo que hay más de 35 millones de mexicanos en Estados Unidos a los cuales quiere deportar Donald Trump y que han llegado a tierras estadounidenses desde el año 1980.

Da más pena aún que una cadena internacional como Univision, no se tomen la molestia de revisar el contenido de las estupideces que dice De Pinedo, menospreciando a los latinos que sufren humillaciones y les coartan todos sus derechos por el estatus de indocumentados.

Se burla de millones de personas que buscan un mejor futuro y una mejor situación económica para mantener a su familia. Se burla del sufrimiento que implica viajar a un país desconocido donde tendrá todo en contra y sobre todo se burla de ese sentimiento aterrador que llevan los inmigrantes como brasa que les quema el pecho de no saber cuándo volverán a ver a sus seres queridos.

Se burla de la tragedia, de los que han muerto “desgarrados” entre las líneas y el tren. Se burla de los que han caído amputados y no vuelven a ser los mismos jamás.

Seguramente es amigo de políticos, o de la clase alta mexicana y no quedaría bien burlarse de ellos, los verdaderos causantes de los problemas en todo Latinoamérica. Por culpa de ellos es que no existen oportunidades reales de trabajo y de calidad de vida. Factor clave para que las personas tomen la terrible decisión de ir caminando a los Estados Unidos de América.

Es lamentable, a Jorge Ortíz de Pinedo se le terminaron las ideas y sobre todo, se olvidó de donde viene. Perdió el piso y la noción  de hacia dónde dirigir las críticas y las burlas.

Ya demostraron que como personas este señor Jorge Ortíz de Pinedo y Marco Uriel, no valen nada.