Juana la Loca está enferma… ¡Y la Dirección de Cultura y Artes… bien gracias!

Por RAMÓN LÓPEZ P.

La cultura ha sido, entre tantas otras cosas, una de las debilidades de los gobiernos. Y este no es la excepción.

Basta con ver a quiénes han puesto como “ministros” para darse cuenta la poca importancia que se le da a la cultura del país.

El último ministro de peso, con trayectoria cultural fue Rodolfo Pastor Fasquelle, quien ostentó el cargo de 1994 a 1998, durante el gobierno de Carlos Roberto Reina. Pero de allí paremos de contar.

En realidad, los nombramientos han sido fatales, pues, en lugar de poner a alguien con trayectoria en el mundo de la cultura, como que escogen a alguien “ya de perdida”.

Bernard Martínez, Tulio Mariano González, Orlando Ponce Morazán (el peor en la historia), Diógenes Cruz y ahora, Lina Mancuso, han pasado con más pena que gloria.

Tan poca importante es, que ya ni siquiera es un ministerio, sino una dirección, que bajo el pretexto de “no hay presupuesto” poco o nada apoya ala cultura.

Y hoy, que una de las figuras más sobresalientes de la poesía hondureña, Juan la Loca, está enferma de un cáncer de lengua, la Dirección de Cultura y Artes brilla por su ausencia.

¿Y qué se puede esperar?

No les gustará esta crítica, pero mal haremos en quedarnos callados ante la apatía de esta desprestigiada Dirección, cuya mayor aportación son algunas actividades para mantener vivos los juegos tradicionales.

Pero después de eso, paremos de contar.

¡Qué lástima!