La Abuelita de X-O tiene 92 años… ¡Y está más fuerte que nunca!

Foto: La Abuelita junto a la imagen de la hija de Salvador, se emocionó al verla.

“Cuentan de un tal José León, que tan abierta tenía la boca cuando dormía que se tragó un ratón, en busca fue de un doctor a ver si lograba hallar remedio para expulsar de su cuerpo el roedor; el doctor don Honorato le dijo: el caso es singular, si usted se quiere curar, un gato se deberá tragar”, 

-La Abuelita

Ella es de las pocas personas en el país que no necesita una larga presentación. La Abuelita de X-O, doña Virginia, la señora más famosa de todo Sabanagrande, la misma que se hizo famosa por ser una de las más fieles espectadoras del legendario programa de Salvador Nasralla, hoy ya tiene 92 años y vive tranquilamente en su querida Sabanagrande.

Era miércoles por la mañana y nuestra misión era una sola: buscar y encontrar a la Abuela más famosa y querida del país.

Junto a Frank Aguilera y nuestro compañero conductor Marvin, nos lanzamos en su búsqueda.

No sabíamos su nombre, no conocíamos exactamente su casa y mucho menos si se encontraba en condiciones de recibirnos, pero nuestro deseo de conocer a aquella abuelita que marcó cada domingo de nuestra infancia nos impulsó aún más al sur de Francisco Morazán.

Después de “capiarnos” las colas que se arman en esta carretera del sur, por fin llegamos a Sabanagrande, aquí comenzaba el reto de encontrar la casa, cosa que se vuelve sumamente fácil cuando el pueblo entero te conoce y te aprecia.

Nos bastó preguntarles a 2 personas para encontrarla, llegamos a su casa y muy amablemente doña Virginia -sí, así se llama-, y su hija Eva, nos recibieron en su casa.

Nuestra sorpresa al verla, es que, pese a sus 92 años, La Abuelita está fuerte y feliz. La sorprendimos mientas comía y miraba la novela.

Hola, doña Virginia. ¿Cómo está?

-Hola, ¿qué tal?, bienvenidos.

Es un placer conocerla, se mira muy bien, doña Virginia.

Estaba comiendo y “enfermo que come no se muere”, decía un doctor ja, ja, ja.

Foto: La sonrisa y alegría de La Abuelita no se pierden con los años.

Así, con esa alegría y ánimos comenzamos la plática con doña Virginia, quien se ve con muchas energías, pero que por su edad olvida algunas cosas de su pasado. Aun así, y con la ayuda de su hija, nos comentó varias cosas de sus poco más de 22 años de asistir al programa X-O

¿Cómo comenzó a ir a X-O?

No me acuerdo muy bien cuando comencé a ir, pero sí sé que la primera vez él (Salvador) me puso La Abuelita, seguramente le caí bien, y eso que es raro caerle bien a Salvador, ja, ja, ja.

¿Dicen que el suyo fue el primer voto para Salvador Nasralla en todo Sabanagrande?

Je, je, je, sí, fui a votar por él.

Foto: Doña Virginia no ocultó su alegría al ver la foto de la hija de Salvador.

¿Qué recuerda de sus días en X-O?

Me acuerdo que con Salvador siempre bailaba je, je, je, y eso que yo nunca lo había hecho. Fue en X-O donde fui a bailar.

Doña Virginia posee un espíritu alegre. Siempre nos respondió lo hizo con una sonrisa, y cuando le tomaban una foto, posaba como toda una modelo de X-O.

¿Ha hablado con Salvador? 

Cuando vino en la campaña estuve con él.

¿Cómo hacía para viajar a todas las ciudades donde se grababa el X-O?

Responde Eva, su hija: En esos años, mi mamá vivía en Loarque con uno de mis hermanos, era más fácil para ella ir a las grabaciones, y cuando tocaba viajar fuera de Tegucigalpa la mandaban a traer en el bus en la que llevaban a las modelos.

Foto: La Abuelita nos mostró una de tantas fotos que tiene de ella junto a Salvador en X-O

¡Eso doña Virginia, era una modelo más!

Je, je, je, sí, viajaba con ellas cuando salíamos, nunca me cansaba en las grabaciones, yo le agradezco mucho a Salvador, me ha querido mucho.

Eva (hija): si a ella le pagaban el hotel y todos los gastos.

¿A usted la quieren mucho en todos lados, verdad, doña Virginia? 

Sí, siempre que me subía a los buses todos me decían adiós, je, je, je. 

Foto:  Su sonrisa enamora a cualquiera.

¿Cómo se encuentra de salud?

Eva (hija): Ella está bien, mis hermanos están muy pendientes de sus medicamentos y de ella, pero ella está bien, camina sola, salimos al parque, vamos a la iglesia y por las tardes ella toma su siesta, no puedo decir que vivimos con opulencia, pero vivimos bien.

De esta manera era hora de terminar la plática con La Abuelita, ya que llegaba el momento de que tomar su siesta. Antes de levantarse posó para nosotros para otras cuantas fotos, siempre regalándonos esa sonrisa.

Doña Virginia se levantó de su asiento -sola- y fue a despedirnos hasta la puerta dándonos un enorme abrazo.

¡Nos despedimos con la promesa de regresar a celebrar los 100 años!


 


Foto: Eva (Izquierda) hija de doña Virginia, cuida de ella junto a su nieta en su casa de Sabanagrande.


Foto: ¿Guapa verdad?


Foto: La Abuelita tiene aun muchas fuerzas y alegría 

https://youtu.be/9Y4V3X6IPV8