Vándalos llegaron ayer ayer al Palacio de los Deportes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, y arrancaron las alfombras de hule que protege la cancha multiusos previo al escenario que ya estaba listo para el concierto de Jessy y Joy.
Hemos equivocado el concepto de exigir nuestros derechos o de mostrar nuestra inconformidad con algo o con alguien, a tal punto que cuando queremos hacer lo antes mencionado lo primero que se nos ocurre es hacer violencia.
La idiotez se impone a la razón.
Me parece totalmente repugnante lo que hicieron estudiantes del alma mater, meterse como ladrones en la madrugada y hacer esto que al final de cuentas, los únicos afectados somos nosotros mismos.
Algunos dirán que no es gran cosa lo que sucedió, que solamente arrancaron las alfombras, pero así inician los relajos.
Esto es obvio que va a trascender a medios internacionales, pues parece que a nosotros nos encanta que nos miren como cavernícolas y que hablen en el extranjero pestes de nosotros, y aquí nos vamos todos en el mismo costal.
Con esto espantamos a cualquier inversionista o turista que quiera venir, porque muchas veces los medios extranjeros no solo dan la noticia sino que la aumentan, y luego nos quejamos.
Con esto vuelvo y repito: el problema de Honduras muchas veces no es el gobierno o una autoridad y con esto me refiero a Partido Liberal, Partido Nacional, Alianza, Julieta y los que usted quiera seguir poniendo en la lista.
El problema somos nosotros mismos que decimos la frase de “YO AMO MI PAÍS, YO AMO MI UNIVERSIDAD, YO AMO X COSA”, pero por otro lado hacemos cagadales.
El amor simple y sencillamente no destruye. Si usted está inconforme proteste, manifiéstese pero no destruya.
