Dicen que hacer teatro en Honduras cuesta un huevo y la mitad del otro. Aunque sea cierto, eso no detiene a los locos de Memorias.
Ha de ser que los compraron por docenas. Sólo así se explica uno que sigan con la tenacidad de las hormigas a pesar de la indiferencia de la colectividad.
¡Y mirá con lo que nos salen ahora!
Durante nueve meses nos han deleitado con muchísimas obras de primer nivel, pero Tito Ocho y compañía lanzan el teatro por la ventana del 5 de octubre al 11 de noviembre con seis historias de alta calidad.
Porque eso es Memorias:
Calidad.
Subversión.
Magia.
Una patada en el trasero del sistema.
Sueños.
Excelentes actrices y actores (las damas primero).
También es teatro de primer nivel.
En otro país, estas sería una excelente noticia, ya que por más de treinta días seremos la capital del teatro centroamericano. Aquí no.
Sin embargo, en Honduras -especialmente Tegucigalpa-, el teatro ya empieza a ser algo importante en la vida de muchos. Falta bastante, pero las salas llenas nos indican que vamos por buen camino.
La III Muestra Centroamericana de Teatro inició ayer con el Memorias lleno con la obra Made in El Salvador (foto), dirigida por Luis Felpeto y Egly Larreynaga.
“Y de bordar en bordar se me fue la vida… Cuatro historias de mujeres bordadoras son encarnadas por las actrices que convivieron con ellas durante un año. Son invisibles para la sociedad, para el estado, y antes de hacer esta obra para ellas mismas. Bordan día y noche, día y noche para grandes empresas que convierten un oficio hermoso en una condena bestial”, dice la sinopsis sobre esta obra del Teatro de El Azoro de El Salvador.
La Muestra sigue la próxima semana. Le toca el turno a los locales y estará bueno, porque Memorias, a diferencia de la H, sí se hace respetar en su casa.
Pero eso es la otra semana. Pues Made in El Salvador continúa hoy a las 7 pm y el sábado a las 4 pm y 7 pm. Los precios: 120 lempiras , 90 lempiras estudiantes y adulto mayor, y combo por las seis obras por 500 lempiras. ¡Ganga!
Agarrá tus cosas y andá al Memorias. Llevá a tu esposa, a tu novia o a la chava que te gusta y no te para bola. Y si la suegra quiere ir, pues agarrá huevos y la llevás. No te preocupés, que en Memorias te dan un cartón de una docena. Total, allí lo que sobran son huevos…
