Los Pandoros y el poema La casa de la justicia de Roberto Sosa

Escrito hace varios años, el poema no pierde actualidad. Es más: parece que fue escrito hoy. Nada ha cambiado. Son diferentes actores, pero con las mismas características. Mejor dicho, imposible. Bella es la “justicia” en Honduras. Y si no, que lo digan los Pandoros.

 

LA CASA DE LA JUSTICIA/Por: ROBERTO SOSA

Entré
en la Casa de la Justicia
de mi país
y comprobé
que es un templo
de encantadores de serpientes.

Dentro
se está
como en espera
de alguien
que no existe.

Temibles
abogados
perfeccionan el día y su azul dentellada.

Jueces sombríos
hablan de pureza
con palabras
que han adquirido
el brillo
de un arma blanca. Las víctimas —en contenido espacio—
miden el terror de un solo golpe.

Y todo
se consuma
bajo esa sensación de ternura que produce el dinero.