Mariela Kawas tiene 36 años, es periodista y tenía un serio problema de obesidad. Con la molestia que le provocaba en las rodillas el sobrepeso, el cansancio extremo; decidió dar un giro de 180 grados a su vida. Ha logrado perder más de 50 libras con mucho trabajo, dedicación y esfuerzo.
Hablamos con Mariela y estas fueron sus palabras llenas de orgullo y de ganas de seguir adelante sin mirar atrás:
¿Qué tipo de dieta llevabas para causar sobrepeso?
Siempre me han gustado los dulces y postres. Era muy descuidada con mi alimentación. Desde pequeña pasé de nutricionista en nutricionista, mi peso era un yoyo, pero siempre fui “llenita”. Y llena de complejos. En el momento en que más llegué a pesar (182 libras – a finales del 2010), comía mucha comida rápida, frescos carbonatados sin ningún control, comía en horas tardías de la noche y cero actividades físicas.
¿Qué te motivó a perder peso?
Sentía malestar en las rodillas y mucho cansancio – al subir un piso de gradas me quedaba sin respiración, por lo que fui a hacerme un chequeo general y en los exámenes de sangre me salieron altos los niveles de glucosa.
El doctor me dijo que estaba en una etapa de “pre diabetes”, algo que me asustó, pues en mi familia hay diabéticos. Además, no me sentía bien conmigo misma – me acomplejaban mis “llantas”, usaba ropa floja, y no me sentía cómoda.
Me vi un día al espejo y dije ¡basta!. Ese fue el momento que cambió mi vida.
¿Cuánto fue el peso más alto que registraste?
182 libras.
¿De dónde sacaste la fuerza de voluntad y el valor para hacer este cambio tan drástico?
Aún no lo sé. Fue ese día, que me vi al espejo y dije no puedo continuar así. Además, la condición de pre diabética, y el temor de caer en esta enfermedad me motivaron. Fue difícil. Aún me impresiona que logré esa disciplina, constancia y fuerza de voluntad.
Foto: El antes y el después de Mariela.
¿Cómo era tu vida con sobrepeso?
Normal. Trabajo, salía con amigos, me divertía, pero siempre quise utilizar un “top” que andaba alguna amiga, o un vestido corto y pegado, tenía mis complejos.
¿Cómo afectó en tu relación con las demás personas, pareja?
Con las demás personas, impresionadas de ver mi cambio, me felicitaban y me pedían consejos. Cuando era “gordita” era más conservadora con mis parejas – quizá por la misma pena e inseguridad que el sobrepeso me causaba. Tuve novios, pero la verdad es que cuando empecé a bajar de peso, y más que eso, a tonificar y a darle duro con el ejercicio, es cuando más chicos me han salido.
¿Estás feliz? ¿Queres más cambios?
Tuve momentos en que, después de lograr el objetivo, me conformaba y me descuidaba y subía un poco de peso. Eso me desmotivaba. Pero ahora, en este preciso momento, que conozco mi cuerpo, se un poco sobre nutrición (de manera muy empírica), te puedo decir con absoluta seguridad, que SI soy feliz, y mucho.
Los seres humanos somos cambiantes. Que si quiero más cambios, sí, claro, pero sabes que, la clave es aceptarte. Ahora mismo, quizá aún tenga un poco de exceso de piel en el abdomen, un poco de celulitis en las piernas. Pero todo eso es parte de mí, de quien fui y de quien soy. Me amo así como estoy.
¿Peso actual?
130 libras.
¿Sufriste bullying o comentarios negativos por el sobre peso?
Que yo sepa, no. Y que mal si los hubo a mis espaldas. Y en general, es de muy mal gusto burlarse de alguien por su condición física. Hay espejos, cada quien sabe cómo esta y porque esta así. Lo mejor que podemos hacer es aconsejarlos que el sobrepeso no es sano, pero nada más.
¿Qué hiciste para bajar tanto de peso?
Después de tomar la decisión de bajar de peso, comencé a buscar maneras rápidas de perder peso y encontré que lo más factible era cortar de raiz las harinas y carbohidratos (error, los carbos son necesarios, más adelante explicaré porque).
Pues lo hice, y en siete meses en 2011 bajé 40 libras. Durante ese tiempo no comía nada de pan, harina, pastas, dulces, postres, alcohol, NADA. Desayunaba fruta, almuerzo pollo o pescado asado y verduras, y cena lo mismo que el almuerzo.
Nada de arroz ni papas ni bebidas carbonatadas. Ojo – si bien bajé de peso mi error fue no hacer ejercicio, por lo que había mucho exceso de piel. Lo que ayudó a que bajara más de peso fue que en septiembre de ese año (2011), me fui en un viaje académico a la India por dos meses.
El primer mes, todo bien, pero después, me hastié de la comida. Entonces ahí bajé como 10 libras más. Al regresar, empecé a comer y obvio gané esas libras. Entre 2012 e inicios de 2014, pasaba comiendo normal (mi peso oscilaba entre 140 y 150), hacía ejercicio (spinning, yoga, pilates), pero no lograba tonificar. En marzo de 2014 entré a un gimnasio que tiene un sistema de entrenamiento único en Honduras diría yo, llamado ADS Tactical Fitness. Es una mezcla de CrossFit, artes marciales, kickboxing, boxeo, aerobics y ejercicio con tu propio peso.
A eso, súmale que el entrenador (que tiene cinturón negro en todas las artes marciales), te da tips de nutrición. En tres meses ya no tenía panza. En seis meses hacia pechadas completas y chin ups. Desde que entré a ADS soy más estricta con mi alimentación (tengo “cheat days”, pero me cuido más) y hacemos ejercicios que yo misma me impresionó que puedo hacer.
¿Qué tipo de dieta llevas ahora?
Como de todo, pero en medida. Por ejemplo, de lunes a viernes soy SÚPER estricta. Sábados o domingos me doy mis gustos, pero nunca por más días. Desayuno avena integral con fresas y moras mi taza de café (amo el cafe catracho), de merienda mañanera yogurt natural, almuerzo pollo, carne o pescado con una buena ensalada y verduras asadas (muy poco arroz o papas), merienda por la tarde una manzana pequeña o media naranja y cena huevo con jamón de pavo, o ensalada con huevo duro.
Limito mi consumo de alcohol y de azúcar, pero te repito, de vez en cuando me como un buen postre o una pizza o pasta. Los carbohidratos son necesarios, pero los limito – la avena los tiene, y las frutas también. El hondureño tiene la mala costumbre de comer todo con pan o tortilla. No pueden comer en “seco”. Si estás comiendo arroz o papas, el pan o tortilla sale sobrando.
¿Qué te inspira?
Historias como la mía. Ver que no hay imposibles. Pero también personas que se aman con “rollitos”, algo que yo no tuve. No se trata del peso ni del tamaño – si estas sano, eso es lo importante. La belleza existe en todos los tamaños.
¿Tu meta?
Seguir en este camino. El fitness es un estilo de vida. Quisiera estar más marcada, claro, como las actrices de Hollywood o que se yo. Pero esta soy yo, así soy yo y esta es mi genética. Lo importante es estar sana. Y la belleza viene de adentro y se proyecta afuera. Seguir siendo la mujer fuerte e independiente que soy – por dentro y por fuera.
¿Contemplas un proyecto para guiar a otros y darle fuerza de voluntad para que cambien su físico y su vida?
Mucha gente me ha dicho que debería hacer un blog o una página donde pueda compartir mi camino hacia llegar a mi peso ideal y como lo logré sin agujas ni pastillas. La verdad quisiera, pero no me queda tiempo. Entre el trabajo, el gym (al que trato de ir al menos 4 veces por semana), la familia, los amigos y viajar (soy una viajera empedernida), simplemente, no tengo tiempo. Quizá lo haga más adelante, es un proyecto que tengo en mente, pero debo madurarlo más y ver que contenido y que forma darle.
Quiero enfatizar que mi decisión de bajar de peso fue por salud, lo físico vino como un buen acompañamiento, pero no lo es todo.
Lo físico y estético se va con los años. Lo que queda, y en lo que debemos trabajar es en el interior. Por eso amo hacer ejercicio, porque más que tonificarte y “rayarte”, te fortalece la mente y el espíritu. Eso es lo que todos debemos buscar. Ese balance. Y la alimentación, pues como bien dice un dicho por ahí “eres lo que comes”, y tu cuerpo te lo hará saber. Es como una alarma.
Por ejemplo, cuando como de más, o alimentos muy procesados, mi cuerpo me lo indica: me siento más pesada, más torpe, me concentro menos. Así que a todos los que quieran bajar de peso, no es fácil, pero si se puede. Las claves: fuerza de voluntad, constancia, disciplina. Si tienes un desliz, levántate y vuelve al buen camino. Come más frutas y verduras, más proteínas y carnes magras, y menos azúcares, harinas y comida procesada. Y sobre todo, ¡muévete! haz ejercicio, alguna actividad física. Y te repito, la belleza viene en todos los tamaños, lo importante es estar sanos y felices.
