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Este tipo de historias se vuelven cada vez más comunes con el pasar de los años: niños, niñas y jóvenes huyendo de nuestra Honduras ya sea por falta de oportunidades, delincuencia o incluso maltrato familiar desmedido.
Tal es el caso del niño catracho, identificado solo con las iniciales “G.E.” por ser menor de edad; que con solo apenas 13 años de edad salió de suelos catrachos en 2016 huyendo del maltrato físico que recibía de parte de su familia.
Al llegar valiente y sorprendentemente solo, a suelos “gringos”, lejos de que la pesadilla y las amarguras terminarán “G.E” tuvo que pasar casi un año entero en prisión un centro de detención juvenil norte de California, luego que fuera arrestado por las autoridades de ese país y no “supieran qué hacer con él” afirma el diario San Francisco Cronicle.
El argumento de las autoridades para mantener al menor bajo su custodia desde que fue detenido en marzo de 2016 cuando tenía 13 años y cruzaba solo la frontera entre México y Texas, era su falta de parientes en EEUU que pudieran hacerse cargo de él.
En los 11 meses que “G.R” tuvo que pasar encarcelado, gran parte de ella solo en su celda, intentó en varias ocasiones dañarse a sí mismo, provocando el personal en las instalaciones de rociarlo con spray de pimienta o comprometer a sus muñecas y tobillos; sin duda todo un infierno.
“Debido a que estaba tan traumatizado, tomó meses para tener una idea básica de lo que había sucedido en su vida”, dijo Candia, la agente de servicio social que atiende su caso.
Ahora “G.R” tiene 14 años y en enero pasado se le otorgó el asilo político al confirmar los maltratos de sus padres cuando él vivía en Tegucigalpa y sus problemas de salud mental, pero pese a eso no fue liberado.
Esto ocasionó que el diario San Francisco Chronicle expusiera su caso a la opinión pública a inicios de Marzo, y organizaciones pro migrantes se manifestaran por varios días en las afueras del centro juvenil, las autoridades accedieron a instalarlo a un hogar de crianza con atención especializada en español.
Este lunes “GE” dirigió acompañado por un grupo de estudiantes de leyes a una oficina de atención familiar del condado Yolo y posteriormente al hogar. Ahí le dieron la bienvenida con pollo asado y le regalaron ropa.
Él llegó con sus únicas pertenencias: libros en español de la saga ‘Harry Potter’.
Fuente: San Francisco Chronicle
