Tuve la oportunidad de ver la película de Hispano Durón, “Morazán”; la cual narra las últimas horas del General Francisco Morazán Quezada.
No voy a entrar en detalles técnicos de la escenografía, vestuario, guión, mucho menos la edición de la película, porque eso le corresponde a los que sí saben de cine.
Sin embargo, como un simple mortal, puedo decir que la película atrapa, me gustó el vestuario, el papel de varios actores es sobresaliente, el detalle de poner un personaje ficticio como un niño en honor a los estudiantes del Colegio San Luis Gonzaga, Morazán lo fundó 14 días antes de morir; es decir el 1 de septiembre de 1842.
El centro de enseñanza aún existe en la ciudad de Cartago en Costa Rica y por el cual han pasado figuras y baluartes en la historia de Costa Rica y Centroamérica.
El diálogo me gustó. Amigable para el televidente, entendible para todos y muy sencillo para poder hacernos la idea de lo sucedido hace 176 años.
El actor principal, Orlando Valenzuela (colombiano), seguramente es un seguidor a muerte de Francisco Morazán; es probable lleve consigo las frases más célebres del prócer centroamericano que luchó por la unión de los cinco Estados de América Central.
El mensaje que deja la película es como debemos ser los hondureños. Mejores personas, ser mejores hijos, mejores amigos, mejores hijos de la patria y con pequeños cambios el país se irá transformando en el ideal del General Morazán. ¡Unión de hermanos!
Un aplauso para don Hispano Durón que merece una ovación de pie por 1,842 minutos.
¡Viva el General Francisco Morazán Quezada!
