No es lo mismo Pandora, que robar pan duro

Portada de DIARIO EL PAÍS/Por RAMÓN LÓPEZ P.

Cada día, vemos personas acusadas de distintos delitos exhibidos por las autoridades, enchachados, humillados, exhibidos ante una prensa morbosa que echa hasta espuma de la boca de la emoción.

Muchos de ellos han sido detenidos, y no es mentira, por tratar de vender un loro, por robar un pedazo de pan o mangos en patio ajeno…

Claro, robar es robar, pero…

Miren la diferencia. A los implicados en el caso Pandora, salvo un par de “gatos”, no se les vio enchachados, ni humillados, y fueron enviados a batallones (la mayoría), y otros a Támara.

Aquí queda demostrado que, según el cuello que tenga la persona, así serán las consideraciones.

Estamos contentos, eso sí, por los aires de cambios que se respiran en Honduras, con golpes contundentes a las redes de corrupción que han saqueado a este pobre país, y que tienen a este pueblo postrado en la miseria.

El caso Pandora es una muestra más de la asquerosidad a la que han llegado los partidos políticos en Honduras, quienes, cínicamente, saquean las arcas del Estado (incluso fondos para programas sociales o para el área de la salud), con el único objetivo de llegar al poder… o conservarlo.

Aplaudimos, además, la labor de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) y la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad y la Corrupción (UFECIC).

Ahora toca a la justicia demostrar si todos los detenidos son culpables. En caso de ser así, también esperamos que no le tiemble la mano a la jueza encargada de dictar la sentencia, tomando en cuenta que aquí hay varios “tiburones”.

Falta mucho camino por recorrer. Pero algo es algo.

No podemos asegurar que todos los detenidos son culpables, pues no tenemos pruebas ni podemos caer en el sensacionalismo.

Sin embargo, tenemos la esperanza que varios de ellos se quedarán tras las rejas, con lo que se le mandará un mensaje claro y contundente a varios uñudos que quedan por allí.