¿Ojo por ojo, diente por diente con asesino del niño de Tocoa?

La típica pose del idiota machista que cree que con pistolas se es más hombre. Se llama Selvin Hernández y lo capturaron por el asesinato del niño Erwin Edilson Gutiérrez de apenas siete años.

Hay dos versiones: 1) Que el matón fue rechazado por la mamá del pequeño. 2) Que tuvo una discusión con el papa de Erwin luego que rozaran las llantas de sus bicicletas.

A eso hemos llegado en Honduras: a matar por pasatiempo. “Yo soy macho y le meto las balas a cualquiera”.

Lo que pudo arreglarse con una disculpa acabó en una tragedia con una víctima inocente que ese día salió rumbo a la iglesia sin imaginarse que este desquiciado lo asesinaría.

Cuando uno lee historias como estas, lo primero que se desea es que le apliquen la pena de muerte al asesino.

Vos dirás: “Honduras no está preparado para algo así porque el sistema de justicia es malo y corrupto”.

¿Pero, qué pasa cuando no hay ninguna duda de quién es el asesino?

¿No estamos preparados para la pena de muerte pero sí para ver que matan a nuestros niños por cualquier excusa, como la de Selvin Hernández, el hombre que se tomaba fotos como un vulgar pistolero?

Y mientras escribo este artículo leo que en La Entrada, Copán, dos idiotas, sin que se sepa aún los motivos, se agarraron a tiros y mataron, en el cruce de disparos al niño Yovani Orellana de trece años.

Es triste ver cómo están matando a nuestros niños. Si no se puede aplicar la Ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente), al menos deberían aplicarle cadena perpetua al que le quite la vida a un niño.

También es verdad que sólo Dios puede quitarle la vida a la vida a un ser humano. Lo que pasa es que Selvin Hernández no es un ser humano, sino una bestia, una defecación de la sociedad. Por eso debe ser tratado con dureza, sin contemplaciones.