¿Padecés de insomnio? ¡Sólo echate un discurso de Mel y te dormís!

Por RAMÓN LÓPEZ P.

Los que lo asesoran no le han dicho a Mel que su discurso es aburrido y provoca sueño. Sus palabras son más efectivas que un té de tilo y que contar ovejas.

“Yo era presidente cuando me sacaron en balazos en 2009 y en pijama me mandaron al exilio”, es una de sus frases más gastadas y trilladas.

Supérelo, Comandante, eso fue hace nueve años y los hondureños ya no sabemos esa historia de pe a pa.

A Mel, que toda la vida ha llevado vida de acomodado (eso no tiene nada malo, por supuesto), le encanta hablar en nombre del pueblo, de cambios sociales, de revolución…

Lo chistoso es que hay papos que se tragan el discurso sólo porque aparece montado en bicicleta o come baleadas en la calle.

¿Qué diría un verdadero revolucionario como el Che Guevara?

El rencor que se carga es tan grande, que prefiere meterle fuego al país en lugar de proponer ideas que ayuden a que este país salga adelante.

¿Pero, cuándo fue la última vez que Mel hizo una propuesta constructiva?

Hoy, las Ak-47, los comandos, las tomas de carreteras, los ataques a los gringos (después de que en 2009 lloraba debajo de las faldas de Hillary), el apoyo a Venezuela, las apologías al comandante Chávez (otro millonario jugando a rebelde), acaparan sus discursos.

Da risa, de verdad, cuando habla de su socialismo rodeado de un montón de mañosos que ya fueron gobierno y que poco o nada hicieron por ese pueblo del que tanto hablan y tan poco conocen.

Mel debe reinventarse, porque si se vuelve a lanzar como candidato presidencial, este discurso aburrido no le servirá de nada.

¿Alguien me está leyendo? ¡Va! Todo el mundo se durmió, zzzzzzzz… ¡Fijo que escucharon algún discurso de Mel!