Un amigo me manda la foto de S. por whatsapp en la que aparece vestido de portero. Al inicio me cuesta identificarlo, pues hace unos tres años que se fue de la academia de fútbol donde también estaba mi hijo.
S. volvió, pero ya no jugaba de delantero, sino de arquero. Le pregunto a mi amigo que por qué me mandó la foto. Su respuesta me dejó helado: “Murió en un accidente de cuatrimoto”.
Tenía apenas once años.
En 2014, un hijo del diputado liberal Yuri Sabas también murió en un accidente de cuatrimoto durante una Semana Santa.
Siempre les he tenido pavor a las cuatriomotos. Me parece que no son para niños y que los padres no deberían comprarles una de estas máquinas a sus hijos.
Nada bueno deja inculcarles a los niños a que anden a altas velocidades.
En la colonia donde vivía antes, varias noches a la semana pasaba un cipote de unos doce años a toda velocidad con su cuatrimoto, y muchas de las alarmas de los carros se activaban y se armaba un relajo a las 10 u 11 de la noche.
Pero al cipote ese le valía madre y daba una y mil vueltas. ¿Y sus papás? Pues muy bien gracias. En lugar de poner a leer a su hijo, lo que le estaban inculcando es el irrespeto por los demás, pues una colonia no es lugar para una cuatrimoto, y menos para que la maneje un niño como alma que se la lleva el diablo.
Debería existir una ley que regule el uso de las cuatrimotos sólo para lugares destinados con ese propósito, y que sean prohibidas para menores de 18 años. Así como piden licencias para carros, motos y camiones, lo mismo debería aplicarse para las cuatrimotos.
Padres: protejamos a nuestros. Hay que inculcarles prudencia y no incentivarlos a hacer “locuras”.
Lamento profundamente a muerte de S. Que descanse en paz.
NOTA: la foto principal es de un accidente ocurrido en el que murió un joven de 23 años hace unos años en San Pedro Sula y NO tiene nada que ver con Samuelito.
