Panamá festejó 103 años de su canal; acá solo celebramos los goles de Messi y CR7

Un 15 de agosto de 1914 fue inaugurado una de las maravillas del mundo: el Canal de Panamá. Sin duda una de las obras realizadas por los humanos más impresionantes del planeta.

Una vía interoceánica que atraviesa el mar Caribe y el Pacífico cruzando el istmo de Panamá en su lado más estrecho.

El canal de Panamá fue construido por personas provenientes de las islas del Caribe, Europa, especialmente Francia, Panamá y Estados Unidos, quienes pusieron la mayoría de las maquinarias y los elementos para llevar a cabo esta gran obra y a quienes les perteneció hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando decidieron entregarlo a manos panameñas.

Ahora, el canal está siendo administrado por los panameños, hace menos de 20 años, pero por su colaboración, estar en suelo propio y un sin fin de cosas más, pero, lo que hay que destacar es que los celebran con toda  la algarabía posible.

Algo que aquí jamás se ve, a menos que Honduras vaya al mundial o que Olimpia o Motagua sean campeones, o cuando es el clásico Barcelona-Madrid; de lo contrario “neles pasteles” con las celebraciones.

¿Quién sabe cuantos años tiene Ruinas de Copán, la ciudad Maya?

Pues data desde el Siglo IX (9) antes de Cristo. Igualmente pocos saben cuándo y por qué se construyeron las fortalezas como la de Omoa y Gracias.

Son obras con las que podemos sacar pecho y hacer grandes fiestas para celebrar, y no solo esperar a que Honduras como Selección Nacional gane algo o que Motagua u Olimpia sean campeones o el 15 de septiembre para hacer una fiesta nacional.

Y por supuesto no es solo hacer fiesta, sino que visitar estos centros, que el mundo entero siga conociendo Honduras y que no solo sea por Copán o Islas de la Bahía, sino por los diversos monumentos o lugares históricos que tenemos a nivel nacional.

Yo pude visitar Panamá y dar un pequeño paseo para ver cómo funciona el Canal durante. Fue el año pasado, durante su Centenario.

Y me puse a pensar en cómo me gustaría que los hondureños imitáramos las cosas buenas de otros países y habláramos con orgullo de las muchas maravillas que nosotros tenemos.