Políticos hondureños… ¡Aprendan del ejemplo de Nicaragua!

Por RAMÓN LÓPEZ P.

Uno sabe cómo comienzan las cosas, pero no se sabe cómo terminan. Miren lo que pasa en Nicaragua, donde la circense -pero macabra-, pareja Daniel Ortega-Rosario Murillo, en sus delirios de dioses todopoderosos, están asesinando a su pueblo que decidió decirle ¡BASTA! a los abusos del gobernante sandinista.

En Honduras, las heridas provocadas por lo que pasó en las elecciones generales (una gran parte de la población no acepta el triunfo de JOH bajo la sospecha de fraude), todavía no cicatrizan, y cualquier decisión que se quiera hacer “a huevos” le echa más sal a la indignación.

Si bien es cierto que los paros de transporte provocan incomodidad y fastidian a la población, no podemos minimizar la razón que asiste a dueños de buses y taxis de protestar ante los criminales precios del combustible.

Cuando vemos lo que ha ocurrido con saqueos como los del Seguro Social, todos llegamos a la fácil conclusión de que nuestros impuestos -incluyendo el que pagamos por cada galón de los combustibles-, se lo roban.

Entonces, los que nos sacrificamos somos el pueblo, no el gobierno.

Los riesgos de que el país caiga en una descomposición social, con violencia callejera y más muertos, deben ponernos en alerta.

Todo provocado por los abusos de querernos zampar a la brava más impuestos.

No caigamos en el error de creer que los transportistas están siendo manipulados políticamente, cuando muchos de ellos, por no decir la mayoría, han sido afines al Partido Nacional.

El llamado al paro ha sido provocado por una situación que ya no se aguanta más. Drácula quiere seguir clavando sus colmillos en una víctima a la que ya no le queda una gota de sangre.

Es el momento de dialogar, pero con transparencia, respeto y sinceridad. Ninguna de las dos partes tiene el derecho de descalificar a la otra.

Por el bien de Honduras, señores, lleguen a una acuerdo lo más rápido posible. Mañana puede ser demasiado tarde…