Debido a una combinación de expectativas que tenemos de una pieza musical y la sorpresa que tenemos al momento de escuchar la misma, es lo que despierta en nuestro sentido emoción y placer, esto según investigadores que estudiaron 80,000 de 745 canciones pop.
Esa precisa combinación entre la incertidumbre y la sorpresa que generan las canciones es lo que hace que nos sintamos relajados o en un plan confortante durante una etapa de estrés de nuestro día.
El estudio realizado en la Universidad de Noruega, indica que el placer que se siente de dicha combinación es por la derivación o sucesión de acorde en las canciones, provocando así instantes de relajación en el ser humano.
“Es fascinante cómo los seres humanos pueden disfrutar de una pieza musical simplemente por cómo se ordenan los sonidos en el tiempo” dijo Vincent Cheung del Instituto Max Plank de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas.
La canciones que encontramos agradables son aquellas en las que una vez que escuchamos nos genera una expectativa de lo que sigue y con la influencia del factor sorpresa en el que no nos encontramos con lo que creímos escuchar es esto precisamente lo que provoca que una canción nos guste tanto.
Los resultados publicados de la revista muestran que las personas disfrutaban mucho de una canción cuando creían que sabían lo que venía a continuación y finalmente no se cumplían sus predicciones, es decir cuando se sorprendían.
El próximo desafío de los investigadores es observar cómo fluye la información a través de diferentes partes del cerebro con el tiempo y determinar por qué a las personas se les pone la piel de gallina con la música.
