¿Ser Motagua? Ufff, ser aficionado del Ciclón es una de las preguntas más difíciles de contestar; difícil porque no sé cómo expresar en palabras el sentimiento que siento en mi corazón cuando juega mi “Amado” Ciclón.
Es un amor SUFRIDO, eso sí, pero verdadero porque como nos han dicho muchas veces, es un amor que no vive de copas.
Ser hincha del Motagua es gritar y llorar cuando recordamos esos momentos memorables que el equipo le ha regalado a la afición, como cuando Clavasquín hizo aquel golazo de oro en una final contra el eterno rival.
Uff, ese partido lo recuerdo como si hubiera sido ayer, tenía apenas 9 años y mi tío Roger ya me llevaba al estadio -a sol- a gritarle a mi Ciclón.
Yo era un mar de nervios en mi primera final, esas en la que las barras se sentaban juntas en medio de sol, era la emoción pura.
Ser Motagua es saber, sentir y estar orgulloso que el primer gol de Honduras en un Mundial lo anotó uno que tenía azul en la venas: Héctor “Pecho de Águila” Zelaya.
Ser Motagua es llorar de la alegría por ganar dos finales seguidas, y más si es al Viejo León… Como también al ver nuestro equipo quedar en penúltimo en las jornadas, sin haber nada que nos emocionara.
Altos y bajos, actuaciones gloriosas y decepcionantes, admirar o casi amar al “Lobo” Guevara, pensar siempre en el Primi para el equipo; ser Motagua es aguantar a los olimpistas decir como letanía “cuando tengan 30 copas hablamos”
Ser Motagua es ir a sol norte, sentarse en el lado azul del estadio y convertirte en un revolucionario más.
Ser Motagua es pensar en jugadores históricos como el Nene Obando, Iván Guerrero, Emilio Izaguirre, Venado Castro, Saul Martínez, Jairo, Nimrod, La Barbie, Jocimar y muchos más.
Es ver al “Pelón” alentar al equipo desde silla.
Ser Motagua es chillar a más no poder por quedar eliminados después de quedar campeones, es tener confianza en la labor que esta haciendo Diego Vásquez, es socar por un gol cada vez que Crisanto centro el balón o quedarte sin respiración cada que Rubilio salta por un cabezazo.
Es escuchar el “Mambo Number Five” y ponerse a bailar donde sea, es llenar el Nacional con puros motaguenses, es sentirnos orgullosos porque que Maradona y Ronaldinho -aunque solo hubiera sido por unos minutos-, usaran la azul profundo.
Es que FIFA te declare como “equipo histórico del mundo”.
¡Qué bello es ser Motagua!
Porque aunque una vez nos quisieron llevar lejos del Nacional para asegurar un campeonato, les dimos tremenda paliza en patio ajeno, y demostramos que si bien es cierto tienen más títulos que nosotros…¡Nosotros tenemos más títulos a costa suya!
¡Ahhh, qué bonito es ser Motagua solo porque sí!
¡Felices 90 años ciclón!
