Loco, carismático, sincero, sin pelos en la lengua, técnicamente exquisito, el mejor lanzador de tiros libres de Honduras en las últimas décadas.
Julio César de León, el Rambo de mil batallas, acaba de firmar contrato de un año con su amado Platense. Y después de eso… a colgar los botines.
Con 38 años, Rambo, que no bebe ni fuma, está en mejores condiciones físicas que un montón de jovencitos indisciplinados de la Liga Nacional.
Esto dice el crack: “Firmé por un año, primero Dios lo cumpla con buen rendimiento y el otro año retirarme con tranquilidad y dejándole lo mejor al equipo”.
Estoy bien en la parte física -asegura-, este Platense puede aspirar a hacer un buen campeonato, es inútil hablar de ser campeón y ganar copas porque los equipos campeones se forman metas con mucha humildad.
Rambo asegura que Platense será su último equipo y de allí, adiós. O ciao, como le gusta a él decir.
Además del Tiburón, jugó en Uruguay, México, Italia, China, Guatemala y El Salvador. Un verdadero trotamundos.
A pesar de su edad, asegura que tiene todavía para estar en la H.
“Espero dar lo mejor para retirarme en la Selección de manera digna, como realmente uno se merece y que me den la oportunidad por lo que realmente uno ha hecho por el país”, dice.
“Recuerden que es importante mantener la vieja escuela, sin ella los jóvenes no aprenderán”.
Y finaliza con un tiro libre al siete: “Yo soy así, espero tener la oportunidad de jugar en la Selección una vez más, que me pongan a prueba nada más, solamente quiero retirarme de la Selección ganando algo más para la gente”.
