¿Ronaldinho es argentino? ¡Qué metida de pata de Radio House!

El sábado, en medio del agite de la entrevista en vivo con Ronaldinho, a un miembro de nuestro equipo se le fue un “PEQUEÑO” error al postear la noticia en Facebook.

“Vamos en vivo con la entrevista al astro ARGENTINO Ronaldinho desde su habitación”, fue el post.

Unos segundos después, nuestro compañero se percató del error y lo borró, pero ya era muy tarde, pues ya se había regado por las redes sociales.

Como era de esperarse, nos cayeron a palos e, incluso, El Pendejo del Día hizo eco del error y nos llamó pendejos.

Yo me di cuenta del “planchón” cuando bajé al restaurante del Hotel Intercontinental a redactar la entrevista. Y me dio risa.

Hace unos años hubiera montado en cólera y amargura. Pero ahora me dio risa y más bien empezamos a gastarle bromas al “culpable”.

“No vaya a poner que el Juego por la Paz es entre Olimpia y Motagua… Es Motagua y Real España”, le dije.

No quisimos personalizar el asunto, sino que lo asumimos como EQUIPO. Porque eso somos, en las buenas y en las malas: UN EQUIPO.

Obviamente, nadie quiere cometer errores. Sin embargo, nuestra reacción fue la de tomarnos las cosas con calma.

Recordé las salas de redacción de El Heraldo y Diario Diez (allí trabajé una década), donde un error provocaba la ira del jefe, regañadas, memos, suspensiones y hasta despidos.

Un error marcaba por mucho tiempo al que lo cometía, y los esbirros-editores-idiotas seguían poniendo al periodista como “ejemplo” de lo que no debía suceder. Por desgracia, varios de esos capataces del periodismo fueron ascendidos y hoy son jefes, para desgracia de decenas de profesionales.

(Por cierto, a Diez también le ha llovido duro porque escribió Neymar en lugar de Ronaldinho).

Lo que nos sucedió sirvió para que otros disfrutaran y se dieran el festín. “¡Qué tontos los de Radio House! ¿Acaso no saben que Ronaldinho es brasileño?”, escribieron algunos.

Yo me la seguí tomando con bueno humor. ¿Qué iba a hacer: pegarme un tiro en la cabeza? ¿Echarle un largo y aburrido discurso al amigo que subió el post?

Más tarde, en medio de la avalancha de críticas, propuse en el chat de trabajo una columna sobre el error. Y, contrario a lo que pensaba, todos estuvieron de acuerdo.

Nosotros mismos nos hemos burlado cuando otros han cometido los “planchones”. Ahora nos dan con nuestra propia medicina… y no sabe tan mal.

Vendrán mas errores, de eso estamos seguro. Y contestaremos de la misma manera: con una sonrisa. No importa lo que nos digan.

Por lo general, el periodista se cree con derecho de criticar a los demás, especular, husmear, chismorrear, burlarse, etcétera, como si alguien nos hubiera nombrado como los guardianes de la moralidad.

Pero cuando somos nosotros los criticados, nos ponemos sensibles y reaccionamos con ataques.

Sí, fuimos los de Radio House los que escribimos que Ronaldinho es argentino… ¿Y?