Por Triple G
Espero que mis amigos de Radio House me publiquen este artículo en el que critico su política editorial. Pero entenderé si me lo censuran.
Si bien es cierto que debe existir apertura para todas las formas de pensamientos y que hay que abrirles las puertas los distintos actores de la política nacional, me parecen penosas las declaraciones de Salvador Nasralla (“Ahora sí, Juan Orlando, apretá las nalgas”), y más lamentable que Radio House las haya publicado.
https://www.radiohouse.hn/salvador-a-joh-hoy-si-apreta-las-nalg/
Porque una cosa es el debate de ideas, y otra es la “cholerada”.
Yo, en lo particular, he sido atacado y amenazado, al punto que debo utilizar alias. Así como están los ánimos en este país, cualquier tonto me puede agredir si me encuentra en la calle sin importarle si ando con mi esposa o con mis tres hijos.
Si los que somos ciudadanos comunes y corrientes debemos tener cordura y respeto, lo mismo se espera de los líderes o de aquellos que aspiran a convertirse en tales.
Una cosa es que Salvador no esté de acuerdo con el presidente Hernández, y otra es que recurra al insulto y a la falta de respeto.
Se le olvida a Salvador que él aspira a ese cargo y que de lograrlo deja abierta la puerta para que a cualquiera que se le ocurra le diga lo que le dé la gana.
Hay que respetar la figura del presidente y de la persona.
¿Qué necesidad hay de recurrir a la vulgaridad?
¿Queremos a un presidente naco o un estadista que le dé a la presidencia el lugar de respeto que se merece?
Pero el líder del PAC se equivoca, porque el presidente Hernández no se bajará el canasto. Nada logró Honduras en el pasado con mandatarios que, queriéndose pasar por populares, cayeron en la chabacanería (Mel y Pepe son los mejores ejemplos).
Debate de altura. Respeto. Cordura. Inteligencia.
Eso es lo que esperamos de nuestros líderes.
