¿Somos realmente el país más infeliz de Latinoamérica?

Foto: LEONEL ESTRADA

La falta de identidad y de personalidad de los hondureños nos hace fácil presa de todo lo que digan de nosotros en el extranjero.

Ejemplos:

Durante años hemos tenido el billete de Lempira, y los hemos visto sin impresionarnos. Pero cuando una publicación de Europa dijo que era uno de los papeles monedas más bellos del mundo, empezamos a sentirnos orgulloso de él.

No hablaremos de nuestra pasión desbordada por el Barcelona y Real Madrid, y el pleito eterno y estúpido de quién es mejor, si CR7 o Messi.

Tiene que ser un extranjero el que hable de las Islas de la Bahía, de las Ruinas, de la comida, de la cultura garífuna, entre muchas cosas, para que empecemos a postear en nuestras redes sociales.

¿Por qué no lo hacemos desde antes y damos a conocer nuestras bellezas?

Ahora que un estudio de la ONU (como que no hayan qué hacer estos), revela que somos el país más infeliz de América Latina, de inmediato, incluso gente que en sus estados de Facebook postean con frecuencia lo bien que la están pasando de viaje, con sus familias y hasta comiendo, salimos a darle la razón.

Yo me niego a pensar que somos un país infeliz.

Tenemos problemas, claro está, grandes y pesados, como la inseguridad, la falta de empleo, lo cachimbeado que es comprarse una casa, bajos salarios, la jodedera a la que nos someten los políticos, Los Cachiros y etcétera, etcétera, etcétera, pero eso no significa que hemos perdido la alegría ni la esperanza.

No sabemos a quiénes habrán entrevistados estos de la ONU, pero resulta ser que se nos ha hecho imposible localizar a alguien que diga “A mí me encuestaron”.

Quejosos es que somos, pero no infelices. Nos quejamos, sospechamos y señalamos a medio mundo, pero no somos infelices.

Hay en los hondureños mucha fiesta, relajo, picardía, generosidad y humildad. Obviamente, siempre hay un pelo la sopa con aquellos que en lugar de aportar para engrandecer al país se dedican a manchar su nombre.

Que no sea un pinche estudio de tipos que se la pasan macanudo en oficinas con aire acondicionado el que determine si somos felices o no.

Hay preocupaciones, por supuesto, pero tenemos la capacidad de salir adelante en este bello país.