¡Todos queremos volver a vivir otra noche como la del martes contra México!

Para empezar, les tengo que confesar que es muy extraño que esté escribiendo de fútbol. No soy comentarista, ni mucho menos me considero experta en el tema, pero les quiero contar mi experiencia con la Selección Nacional.

Estuve los 97 minutos (contando tiempo extra) con una sacazón “perra”, no les miento, hasta taquicardía tenía.

Si me han leído en ocasiones diferentes siempre he sido “crítica”, por así decirlo, con la Selección, pues me parece una falta de respeto que muchas veces no brinden el espectáculo que el aficionado se merece.

OJO: Lo hago como alguién “X” que mira un partido de la H, no como experta.

Y no malinterpreten las cosas, muchas veces no se trata de ganar sino de DEJARLO TODO EN LA CANCHA, algo así como el partido anterior contra Costa Rica que sí empatamos fue por factores externos (árbitro).

O qué mejor ejemplo que el partido ante México. DIOS, me dejaron pasmada, me bajo el sombrero y les brindo mi respeto completo porque demostraron LA GARRA CATRACHA que tanto se habla, era admirable y emocionaba ver como se jugaban el todo por el todo para ir a Rusia 2018.

Esos tres goles que me pusieron la piel “chinita” y de poder decir “Esta es la Selección que enamora y despierta la pasión”.

Varios de ustedes pueden decir “típica aficionada que apoya cuando gana la H”, pues no, ese no es el punto, la cosa es que me encantaría sentir más seguido lo que sentí esta vez, esa socazón, esa taquicardia, esa pasión por así decirlo al verlos como fieras dando todo en la cancha.

FELICIDADES CHAVOS, de verdad, porque han demostrado de lo que están hechos y por favor háganme sentir más seguido todo lo que viví ayer.

Y vamos con todo a Australia.