Universitarios venezolanos son patriotas; los de aquí son vagos

Si el estudiante universitario venezolano  mancha paredes, quiebra ventanales y provoca congestionamientos infernales, es porque es un demócrata que se opone a un tirano, a una bestia, a un dictador.

Y aplaudimos su valentía, lo animamos a seguir su lucha hasta la victoria, porque no es posible que Nicolás Maduro siga en el poder.

Pero hay una doble moral en los hondureños. Porque de la misma forma en que admiramos a los chamos (muchachos) de Venezuela, criticamos a los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras cada vez que realizan tomas de edificios o salen a protestar a las calles.

Aquí ya cambia la cosa.

Son vagos.

Ñángaras.

Pencos.

Nacos.

Resentidos sociales.

Aquí ya no nos gusta que se tomen el bulevar Suyapa, pues nos jode la vida quedar embotellados.

Ni quiera Dios si le meten pintura a un Burguer King o si se enfrentan a pedradas a los policías. Eso ya significa que son mareros.

(OJO: ya cuando le meten fuego a los negocios estamos hablando de vandalismo y “pendejismo”. Y con eso no estoy de acuerdo).

De seguro –decimos cuando los escuchamos en los medios de comunicación-, andan drogados.

Todo lo que hacen los universitarios hondureños nos molesta: que pongan cadenas en los portones; que anden enmascarados (solo los terroristas hacen eso); que se besen en público; que apiñen las sillas en los pasillos…

Vos dirás: “No se puede comparar lo que pasa en Venezuela con lo que ocurre en Honduras”.

Es verdad. Pero no seamos hipócritas. ¿Por qué aplaudimos lo que hacen en otros países y denigramos a nuestros cipotes?

¿O es que nos da vergüenza que ellos tienen más valor que nosotros y nos escudamos en los insultos para disimular nuestra apatía?

Vivan los estudiantes universitarios venezolanos. ¡Pero que vivan más los estudiantes universitarios hondureños!

 

FOTO: EL NEW HERALD