Venezuela y su lección de orgullo. Tal vez los de la H los imitan…

Mientras los venezolanos pusieron todo el corazón posible en el Mundial Sub 20 de Corea, mientras su país se convulsiona y reprimen y asesinan al pueblo en las calles, algunos jugadores hondureños simple y sencillamente le dan la espalda a la H.

Mientras los jugadores venezolanos lloran con rabia la derrota, Roger Espinoza le dice no a su Selección argumentando un dolor de espaldas, pero unos días después juega con su club, el Kansas City.

Mientras los chamos venezolanos son una luz de alegría en estos momentos en que su patria tiene tanto dolor, los de acá nos  tienen con la calculadora en mano a la espera de llegar siquiera al repechaje.

Mientras Venezuela aplaude con orgullo, Honduras se tapa la cara de la decepción.

Mientras los niños venezolanos sueñan con ponerse la camiseta vino tinto, los cipotes nuestros sueñan con que juegan en el Barcelona y en el Real Madrid.

Mientras los venezolandos regresan a su tierra como los nuevos subcampeones del mundo, la H se va con la cola entre la pata a Panamá, llena de dudas, sin la convicción en que se pueden ganar.

Venezuela, orgullo latinoamericano. Tal vez aprendemos algo de ellos.