Por si no lo sabéis, la app de Facebook para Android ha recibido una novedad en una de sus últimas versiones beta, actualización que pronto llegará a Google Play. Se trata de la inclusión de un editor de fotos bastante simple, que nos permite modificar un poco una imagen antes de publicarla, añadir stickers y alguna “chorrada” más.
No me voy a quejar de esta novedad, ni mucho menos. Todo lo que sea añadir opciones para el usuario, mejor que mejor, y este editor, por simple que sea, es una opción más. Sin embargo, al conocer esta actualización, me volví a acordar de por qué ni tan siquiera tengo instalada la aplicación de Facebook en mi terminal: es la frustración hecha app.
Lo siento si al ser tan contundente hiero la sensibilidad de algunos de nuestros lectores o la del bueno de Mark Zuckerberg. Mejor dicho, ya puestos a contar verdades, la posibilidad de herir la sensibilidad de este último me da un poco igual en este caso concreto porque, ¿cómo es posible que Facebook, la red social en la que cada día entran 1.000 millones de personas, tenga una aplicación para dispositivos móviles que funcione tan mal? ¿Por qué no mejorar en esto antes de seguir haciéndola más y más pesada?