Tom Brady salió con la suya, luego que el juez Berman le dio la razón y suspendió su sanción de cuatro partidos, por lo que podrá estar presente en el partido inaugural de la temporada entre los Patriots y los Steelers.
Los que estaban en contra de Brady se han escondido debajo de las piedras, la semana fue dura para la estrella de los Patriots, muy dura.
Sin embargo, la marea sigue alta en la vida de Brady, pues resulta que el quarterback no la está pasando nada bien con su pareja, la bella Gisele Bündchen, con quien tiene seis años de matrimonio.
Ponen en venta su mansión
Gisele se retiró de las pasarelas y decidió mudarse a vivir a Brasil, y el jugador, como es lógico, no tiene intención de acompañarla por mucho que le guste la samba, !ah! y para rematar a Brady no le gusta el fútbol.
En ese sentido, se informó que el matrimonio puso a la venta su mansión en Los Ángeles y eso no ha hecho más que alimentar los rumores de ruptura.
Todo indica que la luna de miel terminó y por lo que los vientos soplan se viene un inminente divorcio. De algo estoy seguro a Tom Brady le va a costar mucho estar al cien por ciento para la siguiente campaña, recuperar su nivel será un verdadero reto para la estrella de los Patriots.
