La foto del pequeño Aylan Kurdi muerto a la orilla de una playa de Turquía conmovió el mundo.
Además de tristeza, provocó indignación.
Sin embargo, hay quienes critican a quien tomó la foto. Esa persona es Nilüfer Demir.
“Cuando lo vi se me heló la sangre”, dice esta fotógrafa turca.
“En ninguno de los cuerpos (en el de Aylan y en el de su hermano), podían encontrarse chalecos salvavidas o algo que les hubiera permitido flotar en el agua”
“Para entonces ya no había nada que hacer. Allí había un cadáver con la camiseta roja levantada y pantalón azul marino. No había nada que yo pudiese hacer por él”, prosigue.
“Podía darme cuenta por la ausencia de gritos. Lo único que podía hacer era apretar el botón del obturador, e hice la foto en ese momento”, ha explicado la fotógrafa en una entrevista con la agencia de noticias Dogan, para la que trabaja.
Así explica el hallazgo de los cadáveres de 12 refugiados sirios, que murieron ahogados al intentar llegar en patera a la isla griega de Kos, entre ellos siete niños.
“A unos cien metros yacía su hermano Galip. Él también tenía la camisa levantada. En ninguno de sus cuerpos, tampoco en el de Rehan (la madre) que estaba tirada a otros 150 metros de distancia de Galip, podían encontrarse chalecos salvavidas o algo que les hubiera permitido flotar en el agua. Eso reveló el dramatismo del momento. Pero lo único que podía hacer era hacer la foto, y eso hice”.
ÉXITO
“Antes de apretar el botón, sentí un gran dolor y tristeza. Después, que teníamos que mostrar su drama. Mi trabajo es sacar buenas fotos y hacerlo lo mejor que pueda”, ha reconocido la fotógrafa, que ante la indignación internacional que ha causado la imagen afirma: “Hemos tenido éxito”.
Nilüfer Ha estado trabajando con la agencia de noticias Dogan desde 2003, y en ese tiempo ha fotografiado numerosos incidentes con inmigrantes.
“He sido testigo de su drama, incluso hasta la muerte. He fotografiado los cadáveres que llegan a la playa, donde los encontramos. Están viviendo esto desde hace mucho tiempo. Espero que algo cambie después de esto”, dice.
El pequeño Aylan Kurdi se ahogó junto a otras 11 personas, incluidos su hermano y su madre, en el naufragio de dos embarcaciones que intentaban llegar este miércoles a la isla griega de Kos desde la ciudad turca de Bodrum, una de las vías marítimas más cortas entre Turquía y Europa.
Sólo sobrevivió su padre, Abdalá.