Y yo que pensaba que los ANIMALES que más muertes han provocado son los que saquearon el seguro social. Pero acabo de leer un reportaje con los bichos y fieras más letales del mundo.
Casi todas esas especies las podemos encontrar en Honduras, así que andemos ojo al cristo, especialmente con el mosquito, pues además de joder con el zumbido y la picada, nos puede mandar al más allá de dengue, chikungunya, malaria, fiebre amarilla, entre otras.
1. Mosquitos: 755 mil muertes anuales
Las posibilidades de que a uno lo devore un tiburón en Honduras son casi nulas, salvo que andés de Aquaman.
Los colmillos del león –y sus garras-, también dan miedo (salvo que sea el Olimpia, por la forma en que está jugando).
Pero aquí tampoco hay leones.
Los animales que más palman personas en el mundo no son los que muerden a los hombres con sus mandíbulas, sino los que le pican con sus pequeños aguijones o incluso los que simplemente deciden atravesar una carretera al paso de un coche.
¿No les ha pasado que vienen por la carretera y que, además de esos mulas de baches hay que capearse una vaca o un caballo?
En el number one de la lista está el mosquito y una variedad de 2 mil 500 especies.
Aquí en Honduras, con el perdón de los literatos, hacen cagadales con el dengue (clásico y hemorrágico), y el tal chikungunya.
2. Caracoles: 200 mil muertes al año
Quien los ve todos babosos, lentos y con carita de yo no fui. Pero en realidad, algunas especies de agua dulce de climas tropicales y subtropicales pueden darte una sorpresa muy desagradable: son capaces de contagiar el parásito de la esquistosomiasis, una enfermedad que en algunos casos llega a ser mortal.
Cuando el parásito (el esquistosoma), entra en contacto con los humanos, puede migrar hacia los pulmones y el hígado, donde madura hasta la forma adulta del gusano.
Entonces provoca: fiebre, escalofríos, hinchazón de los ganglios linfáticos o incluso hinchazón del hígado y del bazo, dolor abdominal, diarrea o micción sanguinolenta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 261 millones de personas necesitaron tratamiento en 2013.
3. Serpientes: 94 mil muertes al año
Y no me refiero a las boas, esas que se arrastran en las oficinas para quedar bien con el jefe con tal de conseguir un aumento de salario.
O aquellos y aquellas que tienen una lengua venenosa y que destruyen la reputación de cualquiera.
Si una serpiente te pica con sus súper desarrollados colmillos, a rezar, papa, para que la misma no esté en la amplia variedad venenosa.
Las que lo son, tienen veneno capaz de matar a cinco personas de una sola dentellada.
Se calcula que cada año son picadas alrededor de 5 millones y medio de personas en el mundo.
Según la OMS, de las 3 mil especies de serpientes del mundo, 600 son venenosas y 200 de ellas son significativamente importantes.
Pero, ¿Cómo va a saber uno cuál es cuál, salvo una cascabel o una cobra?
4. Perros 61 mil muertes al año
¡Vale que es el mejor amigo del hombre! Pero los pobres no tiene la culpa. Según las estadísticas, gran parte de los contagios de rabia que se producen se deben al consumo de carne infectada en países asiáticos.
En todo caso, si ves un perro con espuma en la boca y cara de muy malas pulgas, puede estar rabioso, y su mordida puede contagiarte la enfermedad. ¡Así que mejor hacete humo!
El virus de la rabia provoca dos variantes de la enfermedad.
Una que altera al comportamiento y produce hiperactividad, agresividad, hidrofobia (rechazo al agua), a veces aerofobia (rechazo al aire) y que puede acabar en el paro cardiaco y la muerte.
Y otra que aparece en el 30 por ciento de los casos y que provoca parálisis y que también puede desembocar en la muerte.
5. La chinche: 12 mil muertes año
Los científicos le llaman «Triatoma infestans», pero su cosecha de muerte y enfermedad le ha hecho labrarse muchos nombres.
Aquí en Honduras es la chinche picuda. Así le dice también en Guatemala y en El Salvador.
Chinche besucona le llaman en México), pito (en Colombia), chichá (en Paraguay), vinchuca (en Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia), chipo (en Venezuela), chinche gaucha (en Argentina) o chirimacha (en Perú).
Su picadura puede transmitir el mal mortal de Chagas, que afecta al corazón y al sistema nervioso.
Acá en Honduras, cuando es muy delicado se dice que “es una chinche”:
6. Escorpiones: 3 mil 250 muertes anuales
El único Escorpión bueno es Josec Ruiz, nuestro campeón de boxeo. Y paremos de contar…
Los escorpiones tienen unas poderosas mandíbulas (quelíceros), y unas grandes pinzas (pedipalpos), con las que atrapar a sus presas.
Además, poseen un aguijón capaz de inyectar un poderoso veneno para paralizar a sus presas.
Cuando se cruzan con un humano no quieren convertirle en su presa, pero si se sienten amenazados pueden lanzarle un certero aguijonazo.
Al final del año, hay un millón 200 mil de picaduras en México y en muchos países de América Latina, Oriente Medio, África tropical y el sur de la India.
7. Mosca tsé-tsé: 2 mil muertes anuales
A diferencia de la mosca de andar por casa, algunas especies de la mosca tse-tsé tienen la mala costumbre de clavarle un aguijón al ganado y a los humanos para alimentarse con su sangre, con el inconveniente de que pueden convertirse en animales transmisores (vectores) de enfermedades.
Principalmente se encuentran en la vegetación de ríos, lagos, bosques húmedos y en la sabana. Y en algunos casos, pueden transmitir la tripanosomiasis o enfermedad del sueño cuando este parásito llega a sus glándulas salivales.
Esta enfermedad afecta a aproximadamente 20 mil personas al año y pone a unos 70 millones de personas en peligro sobre todo en el África subsahariana.
Pese a su nombre, la enfermedad no solo causa sueño: cuando los microbios que producen este mal llegan al cerebro, producen extraños cambios de comportamiento, confusión, trastornos sensoriales y falta de coordinación. En etapas más avanzadas, pueden llegar a alterar los ciclos del sueño y, si no se trata, puede llegar a ser letal.
8. Cocodrilos: mil muertes anuales
Aunque solo 6 de las 23 especies de cocodrilos que hay son realmente peligrosas, las que lo son pueden ser auténticos devoradores de hombres.
El más peligroso es el cocodrilo marino (Crocodylus porosus), y va seguido del codrilo del Nilo (Crocodylus niloticus).
Este último tiene una reputación seguramente merecida como antropófago, en parte porque sus hábitats están cercas de zonas densamente pobladas, de modo que se producen muchos encuentros.
Estos son los cocodrilos más grandes de África, y pueden alcanzar una longitud máxima de seis metros y pesar hasta 730 kilogramos. Están presentes en toda el África subsahariana, en la cuenca del Nilo y en ríos, marismas y manglares de Madagascar.
9. Elefantes: 300 muertes anuales
Los elefantes son criaturas majestuosas y tranquilas, hasta que se las molesta.
Si eso ocurre, y si ellos o sus crías llegan a sentirse amenazados, son capaces de atacar sin piedad a sus agresores.
A veces incluso, si un ratón (no es paja) o cualquier otra pequeña criatura se acerca a su limitado campo visual, pueden sobresaltarse y ponerse coléricos. Cuando esa pequeña criatura es un humano, puede ocurrir una desgracia.
Son los animales terrestres más grandes que existen en la actualidad. En algunos grupos, la gestación dura hasta 22 meses, y pueden vivir más de 80 años. S
10. Venado: 100 muertes anuales
“Y no me digan en la esquina, el venado, el venado”…
Cuando llega la noche, la actividad de algunos los animales se intensifica. El problema es que algunos de ellos quedan desorientados y paralizados ante los faros de los coches.
Y, en el caso de que un automóvil circule a, por ejemplo, 90 kilómetros por hora y se tope con 200 kilogramos de animal, las consecuencias pueden ser catastróficas.
En el paquete (al menos en Honduras) habría que meter en este número a vacas, caballos y burros, porque hasta en el anillo periférico se escapa uno de matar porque de repente se topa uno con un animal.
No incluimos a otros tipos de venas, cuando le ponen los cachos a alguien, y que también provoca algunas muertes en arranques de celos.